Matthew Livelsberger, responsable del ataque en Las Vegas, frente al Trump International Hotel el pasado miércoles, dejó una carta en la que explicó el motivo por el cual perpetró el hecho, informó la policía.
El sujeto, un veterano del Ejército, de 37 años, alquiló un Cybertruck en Colorado Springs y lo condujo hasta el frente de Trump International, donde lo explotó, cargado con morteros de fuegos artificiales y latas de gas. Se suicidó de un balazo en la cabeza, dejando al menos, a siete personas heridas por la detonación del auto.
New York Post reseñó que la Policía de Las Vegas notificó que el hombre dejó dos notas en un teléfono celular carbonizado recuperado dentro del Tesla que detonó. Las autoridades aclararon que con el escrito, quedó claro que no se trató de un ataque terrorista.
La carta decía: “Esto no fue un ataque terrorista, fue una llamada de atención. Los estadounidenses solo prestan atención a los espectáculos y la violencia. Qué mejor manera de expresar mi punto de vista que un truco con fuegos artificiales y explosivos”.
Siguió diciendo que “¿Por qué lo hice personalmente ahora? Necesitaba limpiar mi mente de los hermanos que perdí y aliviarme de la carga de las vidas que tomé”.
En otra carta recuperada, Matthew Livelsberger invitó a sus compañeros de servicio del Ejército y a los estadounidenses en general, a “despertar”.
“Estamos siendo liderados por un liderazgo débil e irresponsable que solo sirve para enriquecerse. ¡Somos los Estados Unidos de América, la mejor gente del país que jamás haya existido! Pero en este momento tenemos una enfermedad terminal y nos dirigimos hacia el colapso”, expresó.
Atacante de Las Vegas y su vida
El atacante de Las Vegas, Matthew Livelsberger era miembro de los Boinas Verdes, que es una unidad de fuerzas especiales y expertos en guerra de guerrillas del Ejército de Estados Unidos, que lucha contra terroristas en el extranjero. Ingresó a las Fuerzas Armadas en 2006 y actualmente, tiene licencia aprobada, según informó el Ejército en un comunicado. Trascendió que estuvo en la base militar anteriormente conocida como Fort Bragg y llamada en la actualidad Fort Liberty, situada en Carolina del Norte, sede del comando de fuerzas especiales.
Según The Post tenía un hijo y después de Navidad se fue de su casa tras una discusión con su esposa por una presunta infidelidad.
Además de las cartas, los investigadores hallaron en su teléfono un registro con múltiples ubicaciones a lo largo de su ruta desde Colorado a Las Vegas, también obtuvieron nuevas imágenes de vigilancia de las estaciones de carga donde hizo paradas en el camino.
La policía sigue investigando para descubrir nuevos hallazgos en el teléfono del atacante de Las Vegas, además buscan un segundo teléfono y una computadora portátil.