La lista de víctimas fatales de la violencia se acrecienta a pasos agigantados en el Perú, otro país afectado por el flagelo de los feminicidios. El reciente caso de la muerte de la joven Sheyla Cóndor, cuyo cuerpo descuartizado fue hallado dentro de una maleta en el departamento del suboficial de tercera Darwin Condori, desató la indignación.
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El suceso trágico ocurrido en el distrito de Comas no quedó ajeno la opinión pública que de inmediato pidió todo el peso de la ley para el uniformado, acusado del hecho abominable. Pero el caso dio otro giro inesperado con la muerte del señalado.
Tras las investigaciones, la Policía Nacional del Perú (PNP) confirmó el hallazgo del cuerpo de Condori en la habitación de un hostal ubicado en San Juan de Lurigancho. Las primeras versiones apuntaron al suicidio ya que habría presentado heridas en sus muñecas y entre la sangre.
Las autoridades le habrían prestado primeros auxilios, además de trasladarlo a un centro de salud donde fue declarada su muerte, mientras en redes sociales se desataron las teorías y destacaron algunos detalles de la escena.
“Hay que ser muy inocente para creer en el suicidio de Darwin Condori, a este engendro se lo bajaron y no pagará en vida lo que hizo, se dejará la investigación de lado, como siempre olvidarán; y los que le ayudaron libres están, porque este esperpento no descuartizó a Sheyla solo”, comentaba en X la usuaria @Stefjuly_11.
Entre otras opiniones expresaron. “Sospechoso que teniendo SU ARMA(!) se haya suicidado con una correa y cortándose la muñeca. No cuadra. Abogada penalista señala que las huellas en su cuello y muñecas indican que fue asesinado. ¿Quiénes lo silenciaron? Video nos da pistas”, “El celular roto. ¿Desaparición de evidencias? ¿Cómo llegó la policía hasta ahí? ¿Quién dio el aviso? ¿Cómo sabían si era Darwin Condori?”, cuestionaron.