El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha generado un gran revuelo al decretar el adelanto de las celebraciones navideñas al 1 de octubre de 2024. Esta decisión, que ha sido vista con sorpresa y escepticismo tanto dentro como fuera del país, parece estar estrechamente ligada a su reelección y a las tensiones políticas que se viven en la nación.
Maduro anunció el adelanto de la Navidad durante una rueda de prensa, señalando que es un gesto de agradecimiento al pueblo venezolano por su apoyo en las recientes elecciones. “Voy a decretar el adelanto de la Navidad para el 1 de octubre, arranca la Navidad el 1 de octubre”, declaró, en medio de un contexto político marcado por acusaciones de fraude y protestas generalizadas.
Maduro adelantó la Navidad en Venezuela y comenzará el 1 de octubre: ¿Por qué lo hizo?
La medida se produce también en medio de la orden de arresto emitida por la Fiscalía contra el candidato opositor Edmundo González Urrutia, acusado de delitos relacionados con el terrorismo. Esta no es la primera vez que Maduro recurre a adelantar las festividades navideñas como estrategia política. Desde que asumió la presidencia en 2013, ha utilizado esta táctica en varias ocasiones.
Un ejemplo notable fue en 2020, cuando adelantó la Navidad al 15 de octubre, en un intento por desviar la atención pública de los problemas causados por la pandemia de COVID-19 en el país. Al repetir esta estrategia en 2024, Maduro parece estar buscando nuevamente una manera de cambiar el enfoque de la población, alejándolo de las tensiones políticas y sociales que han caracterizado su reelección.
El adelanto de la Navidad puede ser interpretado como un intento de suavizar la percepción pública en un momento en que su liderazgo es objeto de fuertes críticas. Las elecciones presidenciales de 2024 han sido particularmente controversiales, con denuncias de fraude y represión por parte del gobierno. En este contexto, la decisión de adelantar las festividades podría servir para generar una atmósfera de celebración y distracción, reduciendo la presión sobre el gobierno.
Sin embargo, esta táctica también ha sido vista por muchos como un gesto populista que busca mantener el control político y la estabilidad en un país que sigue enfrentando serios desafíos económicos y sociales. Al adelantar la Navidad, Maduro intenta consolidar su base de apoyo, utilizando las festividades como una herramienta para fortalecer su imagen en un momento crucial de su mandato.