El caso de la empresaria Jackeline Salazar, rescatada en una vivienda en Carabayllo después de una semana de su mediático secuestro en Los Olivos, continúa bajo la lupa de las autoridades policiales. La joven, mientras tanto, intenta retornar su vida después de la pesadilla vivida, aunque no le resulta tan fácil.
La deportista, además vinculada a una importante red de gimnasios en Lima, recobró su libertas la noche del pasado viernes 24 de mayo en medio de una fuerte despliegue policial. El esperado reencuentro entonces ocurrió entre la víctima y su padre quienes agradecieron las gestiones también del Ministerio del Interior.
Mientras continúan las investigaciones que además salpican a un tío y primo de la joven, sorprendió con un comunicado en sus redes sociales poco después de tomar una drástica decisión.
En un comunicado compartido, Jackeline agradeció el apoyo que expresaron, también peticiones para su pronta liberación. “No tengo palabras para agradecer sus oraciones, apoyo y ayuda. Disculpen si no respondo los mensajes, esto es muy duro para mí y mi familia. Escribo este mensaje porque no quería dejar de agradecer a cada uno por tanto apoyo”, citó el portal Trome.
En el texto además lanzó un consejo a los seguidores. “Rodéate de personas que luchan por ti en lugares donde tú no estás”.
¿Exceso de exposición?
Jackeline Salazar mantuvo hasta ahora sus redes sociales abiertas y sin ningún tipo de restricción. La mayoría de sus publicaciones mostraban su estilo de vida ostentoso con viajes, también el tiempo que ha pasado en sus rutinas de ejercicios.
Este hábito incluso fue criticado por varios usuarios quienes pedían a la empresaria no exponerse en estas plataformas. Ahora Salazar ha decidido cerrar su cuenta en Instagram que figura privada.
En los últimos días, las autoridades avanzaron con la investigación que ahora arrojó una clave fundamental: una miniván incendiada y que habría sido utilizada por los secuestradores el pasado 13 de mayo cuando abordaron a la joven en Los Olivos.