La inseguridad es uno de los flagelos con los que lidia la sociedad peruana. El caso de Jackeline Salazar Flores es el más reciente ejemplo del drama que se vive en las calles, mientras las autoridades siguen de brazos cruzados, según reclamaron en redes sociales.
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La joven empresaria, vinculada a la una red de varios gimnasios en Lima Norte, continua privada de su libertad tras ser secuestrada por delincuentes a la altura de la cuadra 33 de la avenida Alfredo Mendiola, muy cerca de la comisaría Sol de Oro en Los Olivos, el pasado lunes 13 de mayo.
Un reciente audio, además prueba de vida de la joven, se viralizó desatando diversas reacciones contra las autoridades de este país.
“Papi, soy Jacky por favor. Por favor, consigue el dinero que ya no quiero que me hagan más daño. Dile a/que no se meta, que no se meta, que ellos ya saben de los dos carros polarizados que están en el gimnasio revisando cámaras. Ellos saben todo. Solo junta el dinero, por favor”, citó además el portal Infobae.
Muchos apuntaron contra las justicia, incluso contra las fuerzas policiales. “Queda demostrado una vez más que la policía está metida en organizaciones criminales son unos auténticos criminales. Se debe reformar toda la policía urgentemente”, “Qué raro que los secuestradores sepan de los movimientos dentro de la PNP”, “Sea armado o no se nota la incompetencia o la falta de vocación de los encargados policiales y el gobierno en general....”.
“Yo solucioné el problema”
El padre de la empresaria, Jorge Salazar, habló durante el fin de semana, para seguir precisamente las peticiones de su hija de 32 años de edad.
El hombre pidió a la pidió a la Policía Nacional del Perú apartarse de la investigación, ya que él mismo tomaría las riendas para dar con el paradero de su hija. “Le pido a la Policía, al coronel Jorge del Carpio, que se retire porque mi hija lo está pasando muy mal... yo mismo voy a solucionar este problema, por lo que está pasando mi hija”, citó el portal Infobae.
