En México la discusión está desatada, luego de que el pasado miércoles en plena sesión del Senado, sacrificaran una gallina en honor a Tlaloc, el dios prehispánico de la lluvia. La ceremonia alcanzó a ser transmitida por un breve momento a través de la señal oficial.
Este ritual lo impulsó el senador Adolfo Gómez del partido Morena. Comenzó con tambores de fondo, cuando una de las personas que participaba de la ceremonia tomó la gallina y la degolló, recogiendo su sangre en un recipiente.
El ritual
Con los tambores resonando, una mujer vestida de blanco elevaba una caracola, y un hombre sostenía al animal de las patas y el cuello. En ese momento, otra mujer que vestía huipil blanco con bordados de flores y un ave a la altura de la espalda, tomó con la mano izquierda la cabeza del animal y con la derecha un cuchillo con la que le cortó el pescuezo.
Ante las críticas, la presidencia del Senado emitió un comunicado, responsabilizando en todo momento al parlamentario Gómez.
”Estos hechos fueron llevados a cabo, bajo la estricta responsabilidad individual del senador Adolfo Gómez Hernández, quien justificó la acción bajo el amparo de usos y costumbres de un grupo o comunidad indígena de la que manifestó su auto adscripción”, precisa el escrito.
Defensores de los derechos por los animales exigen sanciones por el sacrificio de una gallina ayer, en el Senado.
— 𝙍𝙪𝙩𝙝 𝘽𝙖𝙧𝙧𝙞𝙤𝙨 𝙁𝙪𝙚𝙣𝙩𝙚𝙨 (@rbarriosfuentes) April 25, 2024
Los activistas anunciaron que iniciaron una batalla legal para responsabilizar a quienes organizaron el ritual.
La principal consigna: NO AL MALTRATO ANIMAL. pic.twitter.com/BkwL06nUb1
El congresista se defendió y precisó que sabía que se violaría la ley si se sacrificaba a un animal en el Senado; pero precisó que por encima de eso está lo que señala la Constitución en donde se reconoce y garantiza el derecho de los pueblos y las comunidades indígenas a la libre determinación y, en consecuencia, a la autonomía para decidir sus formas internas de convivencia y organización social, económica, política y cultural.
“Sí lo sé pero hay una ley superior a la ley local. Me refiero al artículo segundo constitucional donde la ley, expresamente permite la organización, respeta la forma de vivir de los pueblos originarios reconoce nuestro... incluso hasta nuestro territorio, nuestra forma de gobierno nuestra forma de ver la vida”, señaló.