Durante la campaña de 2021, la prisión de Keiko Fujimori fue un punto que Pedro Castillo y su equipo explotaron como minusvalía de la candidata naranja. El tiempo pasó y la tortilla se volteó: el expresidente Castillo está preso en Barbadillo y la última presidenta del Consejo de Ministros, Betsy Chávez, permanece en el anexo de Chorrillos. El Inpe descartó los maltratos que ella denunció y explicó cómo es la rutina de las internas.
Chávez denunció en una carta “maltrato” del personal del Inpe, así como “mala alimentación” y “problemas de salud”. El Instituto Penitenciario descartó esta situación con un comunicado en Twitter. “Chávez Chino es una interna que recibe un trato igualitario y similar a otras privadas de libertad”, indicaron.
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Afirmaron que las internas del penal no pueden permanecer el día en las celdas. Así que Chávez, junto a las otras, debe ir o bien a los talleres, los patios o las áreas comunes. “Las celdas se cierran por razones de seguridad”, indican.
No pasó evaluación médica
Aunque Chávez Chino se negó a pasar por una evaluación médica al comienzo del día, y esperó hasta “las 17:00 horas” para acudir al médico. La encontraron en buenas condiciones, sin fiebre, orientada en tiempo y espacio y con buena saturación de oxígeno. Agregaron que presenta “inflamación leve a la garganta”, y le aplicaron el tratamiento respectivo.
El pasado 20 de junio, Bettsy Chávez fue detenida por orden judicial para cumplir un pedido de prisión preventiva del Ministerio Público. La Sala Penal Permanente de la Corte Suprema de Justicia decidió la medida y la policía la capturó en su casa en Tacna. Luego fue trasladada a Lima y enviada al anexo femenino de Chorrillos.