Una droga mortal y grotesca conocida como “tranq” está causando estragos en Estados Unidos, convirtiendo a las personas en “zombies come carne” y dejando a su paso una estela de destrucción. Esta droga, que contiene un sedante animal llamado xilazina, ha infectado todos los rincones de los Estados Unidos.
Melanie Cox, una madre de 51 años y madre de tres hijos, experimentó en carne propia los horrores de esta droga. Una lesión en su mano se había vuelto mucho peor debido al uso de heroína y, para su sorpresa, no era la heroína la que estaba pudriendo su carne, sino la xilazina.
Traq, la nueva droga que deja una estela de destrucción en los Estados Unidos
Historias similares y espeluznantes están apareciendo en todo el país a medida que esta droga que extiende en las calles, se infiltra en las bolsas de heroína, cocaína y metanfetaminas, sorprendiendo a los usuarios desprevenidos que no saben que están consumiendo una droga que les roe la conciencia y pudre la carne.
El impacto de esta droga no se limita a las lesiones carnales. Las muertes relacionadas con la tranq han aumentado en los últimos años de manera alarmante. Según un informe de junio de 2021 de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU., la tasa de muertes por sobredosis de drogas que involucran xilazina fue 35 veces mayor que hace tres años.
La tranq se combina frecuentemente con fentanilo, creando una combinación mortal que pone a los usuarios en “un mayor riesgo de sufrir una intoxicación letal por drogas”, según la Administración para el Control de Drogas. Además de los efectos devastadores en la conciencia y la carne, también puede causar sedación severa, presión arterial baja y adicción por sí misma.
Los profesionales se ven superados por la droga
El alcance de esta droga ha dejado desconcertados incluso a los profesionales de la salud. La Asociación de Enfermeras Visitantes del Grupo de Salud de Asbury Park fue la primera en Nueva Jersey en obtener tiras de prueba de tranq hace tres meses.
Desde entonces, han descubierto que todos los clientes que usan drogas muestran rastros de tranq en su orina. “Sería un error pensar que tienen control sobre lo que están recibiendo”, advierte Bridget Brennan, fiscal especial de narcóticos de la ciudad de Nueva York. “Es muy arriesgado y deben protegerse. Podría ser un error mortal”.