En Nuevo México pagan por abrazar a los osos. Si entre tus cualidades está dar calor a estos animalitos con un fuerte abrazo, podrías ser uno de los candidatos para el cargo.
El Departamento de Caza y Pesca de Nuevo México publicó en su cuenta de Instagram la solicitud para el puesto de abrazadores profesionales de osos.
El postulado no solo debe tener habilidad para dar un fuerte abrazo, sino también para andar y saber desenvolverse en las zonas boscosas donde están estas especies.
“Debe tener la capacidad de caminar en condiciones agotadoras, tener el coraje de arrastrarse en una guarida de osos, y tener la confianza en sus compañeros de trabajo para mantenerte a salvo durante el proceso”, dice el Departamento de Caza y Pesca de Nuevo México.
Agrega que “no todo el trabajo de campo de las fuerzas del orden es así de glamuroso, pero nos encantaría que te unieras al equipo donde podrás tener la experiencia de tu vida”.
Las solicitudes están abiertas hasta este 30 de marzo. Quienes queden seleccionados recibirán clases de Oficiales de Conservación.
Meterse en una guarida de osos sin la ayuda de un profesional es peligroso. Por ello, el Departamento de Caza y Pesca recomendó no arrastrarse en estas guaridas.
“No recomendamos arrastrarnos en guaridas de osos. Esto era parte de un proyecto de investigación en el norte de Nuevo México y todos los osos fueron manejados con seguridad bajo supervisión. Si lo haces, nuestros oficiales tendrán que charlar contigo”, advirtió el Departamento en referencia a sus imágenes de Instagram, donde sus funcionarios se meten en las cuevas de los osos.
Osos
Los osos negros son comunes en las áreas boscosas y montañosas de Nuevo México.
El portal Capture The Atlas explicó que los osos negros no son agresivos, aunque pueden atacar en cuertas circunstancias.
El referido medio detalló que pueden pesar 100 kilos.Los machos pueden llegar a 300 ó 400 kilogramos y medir dos metros.
Pueden atacar si sienten que están invadiendo su espacio o metiéndose con sus crías. Por ello, hay que acercarse con mucho cuidado. No hay que meterse o acercarse a sus guaridas o madrigueras, sin la debida preparación profesional.