Lo que el juicio de Alex Murdaugh refleja de EEUU

COLUMBIA, Carolina del Sur, EE.UU. (AP) — A medida que se acerca a su fin el juicio por doble asesinato contra el destacado abogado de Carolina del Sur Alex Murdaugh, apenas disminuye la atención volcada en Estados Unidos a los numerosos vericuetos del caso.

Las investigaciones derivadas de las muertes a disparos de la esposa y el hijo del vástago de una dinastía de abogados, ocurridas el 7 de junio de 2021, revelaron que el abogado prominente robó millones de dólares a sus clientes, en su mayoría pobres, y que planeó un ataque contra su propia vida para que su hijo sobreviviente recibiera un pago de seguro de vida de 12 millones de dólares, según las autoridades.

En el proceso, los apasionados de los crímenes reales, los curiosos inquisitivos y muchos otros encontraron el tema más reciente de su fascinación en el largo desentrañamiento de un misterio que los miembros del jurado deben sopesar ahora.

Los expertos dicen que la transformación de esta saga de una ciudad pequeña en un tema de intriga internacional revela aspectos sobre la psique humana: las personas tienen conexiones cerebrales que están más atentas a los eventos relacionados con sus percepciones de lo que es una amenaza. Y ahora, en medio de la conmoción, algunos observadores de los asuntos legales han encontrado una oportunidad importante para la educación.

Coltan Scrivner, investigador del Recreational Fear Lab (Laboratorio de miedo recreativo) de la Universidad de Aarhus, en Dinamarca, sostiene que el deseo humano de evitar ser engañado se ha vuelto una curiosidad natural sobre las señales de peligro. Esas señales, agregó, son especialmente fuertes cuando las intrigas involucran círculos de estatus alto con personas poderosas y exitosas: cosas con las que el caso Murdaugh tiene conexión.

“Lo incluimos en nuestro rolodex de simulaciones posibles de lo que podría ocurrir en una mala situación”, agrega Scrivner.

Amanda Vicary, profesora de psicología en la Universidad Wesleyan, de Illinois, comenta que la obsesión por el “crimen verdadero” es impulsada en gran medida por mujeres interesadas en sus lecciones de autoprotección. Muchos seguidores de estos casos podrían preguntarse inconscientemente sobre qué deben fijarse en sus propias vidas, explica.

Además, los muchos aspectos del caso Murdaugh —misterio, ciencia forense, familia, finanzas— atraen a una variedad de intereses.

“Las historias de crímenes reales más populares pueden tener sólo uno o dos de esos elementos”, señala Vicary. “Lo que está pasando en este momento tiene un poco de todo”.

Stephanie Truesdale, una maestra en Carolina del Sur, cree que la combinación de la caída en desgracia de una familia adinerada y los muchos acontecimientos inesperados atrajeron su atención desde el principio. Ella ha estado particularmente interesada en ver cómo el sistema de justicia del estado trata a “uno de los suyos”.

Para Truesdale, la atención se manifestó de una manera ingeniosa. Recientemente, intentó una nueva técnica de ganchillo, y cuando buscaba un tema para tejer, su mente inevitablemente se dirigió a una de las figuras clave del juicio: el fiscal principal del estado, Creighton Waters. Además de Waters, el juez Clifton Newman y el perro de la familia que aparece en un video de Snapchat que conectó a Murdaugh con la escena del crimen también se han vuelto muñequitos caseros en la repisa de la chimenea de Truesdale.

Los muñecos se viralizaron en las redes sociales, pero otras formas de participación han sido recibidas con menos agrado.

El fin de semana pasado se descubrieron varios intrusos tomándose selfies fuera del comedero donde murió Paul Murdaugh, según el abogado defensor Dick Harpootlian. Lo describió como “la cosa más desagradable” que había visto en su vida.

“Si las personas de verdad están prestando atención, realmente podrían aprender mucho de lo que está sucediendo en este momento, en lugar de sólo el aspecto más espantoso de las cosas”, afirmó Truesdale.

Sarah Ford, directora jurídica de la South Carolina Victim Assistance Network (Red de asistencia a víctimas en Carolina del Sur), dijo que descubrió que la gente quiere comprender mejor los procesos legales relacionados con el caso. Ford y la exlegisladora estatal Mandy Powers Norrell comenzaron a organizar espacios en Twitter para responder preguntas sobre los procedimientos diarios. Ford comentó que recientemente atrajeron a 600 personas para una conversación de una hora en YouTube Live.

Para Ford, el juicio ha dado pie a conversaciones que pueden cambiar conceptos erróneos comunes sobre los crímenes. La gente podría sorprenderse de que alguien pueda ser acusado de matar a su esposa e hijo, pero esto ha creado conciencia —agrega— sobre temas como la prevalencia de la violencia en las parejas.

Aunque Ford reconoce la importancia de la participación de la comunidad, también hace una advertencia: “No queremos que esto se vuelva algo que se apodere de la vida de alguien, como si se tratara de un entretenimiento, porque no lo es. Estas son personas reales. Estos son crímenes reales. Estos tienen efectos verdaderos, escalofriantes y trágicos para personas verdaderas”.

No es la primera vez que ha resonado tanto un juicio por doble asesinato en Carolina del Sur. Susan Smith fue sentenciada a cadena perpetua por la muerte por ahogamiento de sus dos hijos pequeños en 1994.

El representante estatal Tommy Pope fue el fiscal en el caso, que resonó en programas de televisión dirigidos por personalidades como Oprah Winfrey y Larry King. Pope dijo que el juicio de Smith coincidió con el advenimiento de los reality shows, lo que posiblemente llevó a los espectadores a anhelar la “verdadera realidad” de casos tan sensacionalistas.

“Creo que lo que a la gente probablemente le gusta observar del caso Murdaugh, por ejemplo, es el aspecto de que ‘la verdad va más allá de la ficción’. Es como una telenovela, pero realmente está sucediendo con personas reales”, recalca Pope, quien agrega: “Esto no es entretenimiento. Es una tragedia y se perdieron vidas”.

Él también ha encontrado una oportunidad para la educación de la ciudadanía. Pope cree que la cobertura televisiva total en el canal Court TV —donde él se ha desempeñado como analista durante el juicio de Murdaugh—, ayuda a los espectadores a llegar a sus propias conclusiones y comprender los aspectos “positivos” y las “verrugas” del sistema de justicia.

Los servicios de streaming también han respondido al interés de los estadounidenses en los crecientes señalamientos de conducta inapropiada de una familia poderosa. Discovery lanzó una serie de tres partes un año después de que se reportaran los asesinatos de Maggie y Paul Murdaugh. De manera similar, HBO Max lanzó su documental de tres partes en noviembre pasado. La semana anterior, en el momento culminante del juicio, Netflix estrenó “Murdaugh Murders: A Southern Scandal” (“Los asesinatos de los Murdaugh: un escándalo en el sur”) para la audiencia estadounidense y los cineastas dijeron a Vanity Fair que descubrieron más crímenes en el proceso.

Otros 100 cargos, incluidos delitos financieros —por los cuales Waters obtuvo muchas admisiones de culpabilidad la semana pasada—, aún no han sido llevados a los tribunales.

Pero para muchos habitantes de Carolina del Sur, el interés proviene de un fuerte deseo de ver que rinda cuentas un hombre bien conectado que recientemente reconoció haber mentido y cometido abusos de poder que pasaron desapercibidos durante mucho tiempo.

Se espera que el jurado comience las deliberaciones el jueves después de los argumentos finales en el juicio de cinco semanas que inició el 25 de enero.

Bill Nettles, el exfiscal federal de Carolina del Sur, afirma que desearía que todos los acusados recibieran la misma atención y recursos.

“No sé cuál será el resultado”, expresa. “Pero todos deberíamos luchar por un mundo donde el esfuerzo por quitarle la libertad a cualquiera reciba el mismo escrutinio que este caso”.

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James Pollard es integrante del equipo de The Associated Press/Report for America Statehouse News Initiative. Report for America es un programa de servicio nacional sin ánimo de lucro que coloca periodistas en redacciones de prensa locales para que cubran temas poco conocidos.

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