El incremento de incautaciones de droga en Ecuador, considerado un país de tráfico, acopio y embodegaje de cocaína que se produce principalmente en Colombia, llevó a las autoridades a destruir las sustancias confiscadas con el método del encapsulamiento.
A diferencia de la tradicional incineración, otra técnica que permite alejar más rápido del mercado las toneladas de cocaína es transformándolas en una especie de cemento. Pero, pese a lo publicado en medios de comunicación, el gobierno aclaró que el concreto de droga no se utiliza para la construcción de edificios.
También lee: Policía de Ecuador incauta 2.3 toneladas de droga con destino Francia
The Associated Press explica en qué consiste el encapsulamiento de cocaína y para qué se utiliza el cemento de droga resultante.
¿Es un método legal y seguro?
Utilizar la cocaína y otras drogas como ingrediente para transformarla en cemento u hormigón es una técnica llamada encapsulamiento. Está recomendada en una guía de 2019 de la Oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC) para destruir sustancias estupefacientes y psicotrópicas.
Debido al sostenido incremento en las cantidades de droga incautada y a la limitada capacidad de almacenamiento, Ecuador escaló en 2021 a este mecanismo que le permite deshacerse de mayores cantidades de forma más rápida.
Edmundo Mera, subsecretario Técnico de Sustancias Catalogadas Sujetas a Fiscalización del ministerio del Interior, explicó a The Associated Press que esta técnica aventaja a la incineración, pero aclaró que el cemento resultante no se utiliza para la construcción, sino que reposa en celdas subterráneas junto con otros residuos.
¿Por qué encapsular cocaína en lugar de incinerarla?
La incineración permite destruir en Ecuador entre 70 y 80 kilos de droga por hora, mientras el encapsulamiento llega a 1.8 toneladas de droga por hora. “Un aproximado de 260 veces más rápido”, acotó el subsecretario.
Según Mera, los componentes químicos del clorhidrato de cocaína hacen que durante el proceso de incineración se alcance una temperatura de hasta mil 400 grados centígrados, lo que provocaría el colapso de los hornos industriales del país si se aumentase el ritmo de quema. De ahí que, en el horno más moderno, no trabaja con más de 70 kilos por hora.
Bajo esa premisa, la incineración de unos 700 kilos tardaría 10 horas y, según la ley, en toda diligencia de destrucción de droga debe estar presente el juez, un secretario y el depositario judicial del ministerio. Por estas razones, el encapsulamiento es un mecanismo más eficiente de destrucción, aseguró.
¿Cómo se transforma la cocaína en cemento?
El proceso, indicó el subsecretario Mera, inicia con un análisis químico y una orden judicial para que la droga incautada sea depositada, embodegada y destruida.
Cumplidos los trámites legales, una empresa contratada para la destrucción pulveriza los alcaloides, que luego se mezclan con cemento, cal, acelerantes de concreto y con otro tipo de residuos como medicina caducada o artículos de contrabando destruidos, entre otros. Luego se introduce en hormigoneras industriales o molinos.
Obtenida la mezcla de hormigón, se deposita en celdas de seguridad o piscinas en la misma empresa que, de acuerdo con las exigencias técnicas y medio ambientales, deben tener 15 metros de profundidad, 60 metros de largo y 40 metros de ancho, precisó el funcionario.
Capa por capa, el concreto de droga, residuos de vidrio y otros desperdicios va llenando las enormes piscinas.
¿El concreto de droga se usa para construir?
El cemento producido con la droga y los demás residuos se usa solo en las piscinas o celdas de la empresa que las destruye. Cuando terminan de llenarse, se sellan con cemento y se convierten en el cimiento de bodegas dentro de la propia empresa o gestora de los residuos, comentó Mera.
El subsecretario ratifica que no se utilizará para la construcción de edificios ni otras infraestructuras fuera de la empresa.
Te puede interesar: Colombia propone que hoja de coca ya no sea una sustancia prohibida
¿Sirve para otras drogas?
En los últimos dos años, Ecuador destruyó 450 toneladas de droga, según datos del gobierno, de las que 360 toneladas, es decir, un 82%, se han eliminado a través de encapsulamiento. El resto ha sido incinerado, pues en casos como la marihuana es más fácil quemar el material.
El subsecretario aclaró que no todas las sustancias pueden ser encapsuladas, ya que deben tener condiciones químicas para ser pulverizadas y fusionarse con otro tipo de residuos. En este caso, se procesa cocaína, pasta y base de cocaína, heroína y cloruro de calcio.
Según la guía para la eliminación de las sustancias químicas utilizadas en la fabricación Ilícita de drogas de la UNODC, las directrices se orientan a una eliminación de este material de manera “responsable” en lugares apartados para reducir “riesgos graves” para la salud humana, la población, el medio ambiente y recursos esenciales como aguas subterráneas, agua potable y tierra agrícola.
Muchas de las sustancias químicas que se usan para la producción de drogas son “tóxicas”, explica el documento, por lo que un manejo inadecuado representa un peligro.
¿Es un método seguro y definitivo de destrucción?
Consultado sobre la seguridad del proceso de conversión, el funcionario admitió que podría ser revertido. Sin embargo, el costo de recuperar la droga mezclada en cemento sería mayor que comprar un kilo de droga en el mercado, lo que no resulta atractivo para los grupos delictivos.
¿Se encarga la empresa privada o el estado?
Actualmente, el proceso de encapsulamiento e incineración está a cargo de una sola empresa privada con sede en la provincia de Pichincha, en la zona de la Sierra de Ecuador, que por concurso público obtuvo el contrato al ser la única que cumple con los requerimientos técnicos y ambientales.
La proyección que hace el subsecretario Mera es que “la captura de droga no va a parar” en Ecuador, por lo que reveló a AP que el gobierno avanza en un proyecto de construcción de su propio gestor ambiental para la destrucción de droga, que se ubicaría en la provincia de Guayas, en un emplazamiento que por seguridad no puede divulgar. La zona costera es donde más incautación de droga se produce y es donde se requerirá mayor eliminación de alcaloides.
Además, el traslado de droga hasta el gestor incrementa los costos por transporte y seguridad. Daniel Pontón, catedrático y experto en temas de seguridad de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) considera que “la capacidad de control del Estado mejora” al ritmo en que ha aumentado la circulación de droga y la incautación.
Según la información que maneja el académico, a un 45% de decomiso de las sustancias que circulan frente al 10% anterior.
¿Es una solución a futuro ante el aumento de droga?
En Ecuador, la cantidad de droga confiscada ha incrementado aceleradamente desde 2021. Ese año se incautaron 210 toneladas y en 2022 fueron 201 toneladas, en comparación con 2020 cuando la cifra de decomiso fue de 128 toneladas, según información de la Dirección de Investigación Antidrogas de la Policía.
En lo que va de año, son 31 toneladas. Solo en el último operativo del pasado fin de semana, fueron nueve toneladas.
Pontón dice que ese incremento es una tendencia global y que no es exclusiva del país andino, siendo éste “un centro de tráfico de droga, acopio y embodegaje”.
Las cifras al alza se deben a que Colombia, desde donde sale mayoritariamente la mercancía para ser transportada por las rutas y puertos de Ecuador, “ha cuadruplicado su producción y ha aumentado la capacidad de rendimiento por hectárea”, apunta el catedrático. Y esto, según su análisis, “quiere decir que hay mejores técnicas de procesamiento e innovación en el negocio de producción” de drogas.