La pregunta de si Rusia participará en los Olímpicos y cómo lo hará amenaza los Juegos de París 2024, como ha sucedido en las cinco ediciones consecutivas bajo el mando de Thomas Bach en el COI.
El presidente de Ucrania Volodímir Zelenski cuestionó el apoyo de Bach a la participación de deportistas rusos.
Rusia y sus deportistas estuvieron en riesgo de ser vetados —aunque al final participaron— en cada justa desde el escándalo de dopaje en los Olímpicos de Invierno de Sochi 2014.
Fueron los primeros juegos de Bach al frente del Comité Olímpico Internacional.
En esta ocasión, el meollo es la guerra en Ucrania.
Zelenski quiere que Rusia sea excluida de participar en París mientras continúa la ocupación y guerra en su país. En su reunión con el presidente de Francia Emmanuel Macron, el mandatario ucraniano reiteró su posición.
El ministro del deporte de Ucrania advirtió el jueves de un posible boicot, después de que el COI detalló el camino para permitir que los deportistas rusos que no han apoyado abiertamente la guerra se clasifiquen a París y compitan como deportistas neutrales ante Ucrania.
“Es obvio que cualquiera bandera neutral con deportistas rusos estará bañada en sangre. Invito al Sr. Bach a Bakhmut”, indicó Zelenski en un video, haciendo referencia a la ciudad al este de Ucrania devastada por la guerra.
El COI se mostró más estricto con Rusia al comienzo de la invasión, días después de la ceremonia de clausura de los Juegos de Invierno en Beijing.
En febrero pasado, el COI recomendó “con pesar” a las federaciones deportivas prohibir que Rusia y Bielorrusia organizaran eventos y compitieran en éstos, “para proteger la integridad del deporte mundial y la seguridad de los participantes”.
Ahora, 18 meses antes de la justa de París y cuando los eventos de clasificación se aceleran en los 32 deportes, el COI ajustó su política pública y esto molestó a Ucrania.
“Si no nos escuchan, no descarto la posibilidad de un boicot y rehusarnos a participar en los Olímpicos”, advirtió el ministro de deportes de Ucrania Vadym Guttsait en un mensaje difundido el jueves en Facebook.
“Ningún deportista debería ser impedido de participar por su pasaporte”, subrayó el COI el miércoles.
Pero no siempre ha sido así.
Alemania y Japón, los agresores en la Segunda Guerra Mundial, no fueron invitados a los Olímpicos de Londres 1948. Sudáfrica fue excluida entre 1964 y 1988 debido a las leyes del Apartheid.
El COI se ha referido al más reciente ejemplo de Yugoslavia, cuyos deportistas participaron en Barcelona 1992 como “deportistas independientes” mientras la nación era sancionada por la ONU por la guerra civil.
Bach desea separar a los deportistas de las acciones de su gobierno y calificó la situación de un dilema en su búsqueda de “siempre reconocer la diversidad humana y nunca excluir a otros”.