MADRID, 19 (EUROPA PRESS)
Según la institución internacional, la desaceleración del crecimiento proyectado para España en 2023 respecto del año pasado "refleja los efectos de los altos precios de la energía y los alimentos, las condiciones financieras más estrictas y una demanda externa más débil".
De este modo, el FMI anticipa que la actividad alcance su nivel previo a la pandemia a principios de 2024, cuando espera que el PIB crecerá un 2,4% y a un ritmo del 2,2% en 2025.
En cuanto a la inflación, la institución calcula una subida media de los precios en 2022 del 8,4%, que se moderará este año al 3,7% y al 2,7% en 2024, situándose en el 2,1% en 2025.
No obstante, teniendo en cuenta el dato a final de año, para 2022 estima una inflación del 5,8% que bajará al 3,8% al final de 2023 y al 2,4% un año después, para situarse en el 2% al final de 2025.
Asimismo, el FMI espera que la tasa de paro, que cifra en el 12,8% en 2022, se mantendrá estable en 2023 para bajar al 12,5% el próximo año y hasta el 12,3% en 2025.
De su lado, la deuda pública será en 2023 el 112,1% del PIB, tras cerrar 2022 en el 112,8%, para bajar al 110% el año que viene y hasta el 109% un año después.
Los directores ejecutivos del FMI elogiaron la resiliencia económica de España y el sólido desempeño del mercado laboral en el contexto de sucesivos 'shocks', recoge el documento publicado por la entidad.
Sin embargo, señalaron que las perspectivas están sujetas a una gran incertidumbre dada la vulnerabilidad a los efectos secundarios de la guerra de Ucrania, una demanda mundial más débil, condiciones financieras más estrictas y precios elevados de la energía.
En este contexto, subrayaron la importancia de políticas macroeconómicas flexibles y cuidadosamente calibradas, así como una fuerte implementación de la agenda de reformas estructurales para apoyar el crecimiento sostenible e inclusivo.