El director iraní Ali Abassi no tiene "esperanzas" en la ayuda de Occidente a Irán: "Su apoyo es interesado y selectivo"

MADRID, 13 (EUROPA PRESS)

"Las relaciones de Occidente con Irán siempre se han basado en el interés occidental. Les preocupan los DDHH pero también sus intereses", ha asegurado en una entrevista con Europa Press.

El director ha reforzado su argumento al comentar que "hay muchas pruebas" que demuestran que esas ayudas son "interesadas" y ha puesto como ejemplo la guerra entre Irak e Irán de la década de 1980. "¿Quién le daba a Sadam Husein los productos químicos para hacer las bombas que luego caían sobre el ejercito iraní?", se ha cuestionado Abassi, antes de subrayar: "Nadie me va a hacer creer que no supieran para que quería esos químicos".

Asimismo, Abassi cree que "la ONU no tiene la fuerza, ni poder ni el interés" para que en Irán haya cambios. Sin embargo, ha matizado que "no hay que perder la esperanza" y ha puesto de manifiesto la importancia de que cualquier gobierno o agente social "condene la actuación del régimen iraní". "Poco a poco haremos algo mayor", ha comentado.

'Holy Spider', preseleccionada para los Oscar a mejor producción internacional, está basada en un hecho real de un asesino en serie iraní que mató a 16 prostitutas durante los dos primeros años del 2000. Un tema que, para su director, "encapsula" lo que no funciona en Irán, como la misoginia, la falta de transparencia y la corrupción. "Siempre allí lo que ves no es la verdad. La película es algo que me ofrecía una experiencia diferente", ha explicado.

"AMBIENTE HOSTIL"

Al respecto de la historia, ha destacado que "tiene muchas capas" y eso le interesaba porque "tiene un recorrido cinematográfico y ha lamentado que, a pesar de ser un caso notorio en Irán, "nadie habló de esas mujeres asesinadas". "Nadie se preguntó qué les empujaba a ser prostitutas o qué significa serlo en un país como Irán. Por todo esto, me lancé a hacer la película", ha criticado.

La grabación de la película ha tenido algunos problemas, como ha reconocido, aunque ha celebrado que "por suerte" nadie del equipo ha terminado en la cárcel. "El mayor problema fue simplemente trabajar en un ambiente hostil. Estábamos muy vigilados todo el tiempo", ha lamentado.

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