MADRID, 22 (EUROPA PRESS)
De este modo, el salario mínimo para los trabajadores del país otomano prácticamente se ha duplicado en un año en respuesta a la escalada de la inflación en el país, donde los precios aumentaron en noviembre un 84,39% interanual, tras la subida del 85,51% registrada en octubre.
En este sentido, el presidente turco ha indicado que, en el caso de que la situación no evoluciones según lo previsto, Ankara volvería a acometer una nueva subida intermedia, tal y como sucedió en 2022, para proteger el poder adquisitivo de los ciudadanos.
"Si nos encontramos con un panorama inesperado, no dudaremos en hacer un ajuste intermedio, como el año pasado", ha subrayado Erdogan, recordando que con este incremento, el salario mínimo "aumentó un 94% con respecto a enero del año anterior y un 50% con respecto a julio, con una tasa de incremento promedio anual por encima del 70%".
"Deseo que el nuevo salario mínimo sea beneficioso para nuestro país y nuestra nación, especialmente para nuestros empleados y empleadores", ha apostillado el presidente turco, señalando que el Gobierno intervino después de una serie de reuniones en las que los representantes de los empresarios y de los empleados no pudieron ponerse de acuerdo al respecto.
El ministro turco de Trabajo y Seguridad Social, Vedat Bilgin, ha destacado que el salario mínimo afecta aproximadamente al 37% de los asalariados en Turquía.
"Regula todos los salarios, las estructuras salariales. Los que están por encima del salario mínimo entran gradualmente en un proceso en el que los salarios se ajustan nuevamente después de que se determina el salario mínimo", ha apuntado.
A su vez, el representante de TISK ha expresado la importancia de determinar un salario mínimo equilibrado que beneficie a todos los interlocutores sociales.