“The Crown” borra la división entre ficción y realeza

LOS ANGELES (AP) — Cuando “The Crown” regrese el miércoles tras una ausencia de dos años, el turbulento matrimonio de Carlos y Diana y más preocupaciones para la reina Isabel II quedarán en el centro del elegante pero intrusivo foco de la serie dramática.

El drama también se ha extendido más allá de la pantalla para la serie de Netflix, cuya primera temporada retrataba el matrimonio de Isabel a finales de la década de 1940 y en su quinta temporada aborda la convulsa década de 1990 para la familia real británica. La reina célebremente incluso calificó un año de esa década como su “annus horribilis”, el latín para “año horrible”.

La seguridad de la distancia histórica se borra en los 10 nuevos episodios que se desarrollan en la memoria reciente de muchos y cuyas historias han sido denunciadas sin que haya sido estrenada. La muerte de la reina Isabel II a los 96 años en septiembre le agrega una dimensión complicada: Conjeturamos libremente sobre los famosos antes y después de que se van, pero ¿se le debe algo más a la querida monarca con el reinado más largo de un país?

Una de las críticas prominentes de la serie es Judi Dench, quien ganó el Oscar por su retrato de Isabel I en “Shakespeare in Love” (“Shakespeare apasionado”). En una carta al diario The Times of London, la actriz criticó duramente elementos de la serie como “cruelmente injustos con los individuos y dañinos para la institución que representan”.

La actriz pidió que cada episodio incluyera un aviso para clasificarlo como ficción. Es una exigencia que Netflix ha escuchado antes y al que sigue resistiéndose, al calificar la serie como un drama inspirado en eventos históricos. El creador de la serie, Peter Morgan no estaba disponible para hacer comentarios, dijo Netflix.

Dench no está sorprendida por la intransigencia del servicio de streaming.

“Ha llegado el momento para que Netflix reconsidere, por el bien de una familia y una nación tan recientemente afectados por la pérdida de un ser querido, como muestra de respeto a una soberana que sirvió a su pueblo tan diligentemente por 70 años”, escribió.

Su petición surgió tras una refutación a la serie del ex primer ministro John Major, quien aparece en la nueva temporada siendo cabildeado por el príncipe Carlos — quien es ahora el rey Carlos III — para ayudar a maniobrar la abdicación de la reina. Un vocero de Major calificó la escena como falsa y maliciosa.

Los miembros del elenco, incluyendo a Jonathan Pryce, quien interpreta al fiel esposo de Isabel, el príncipe Felipe, difieren de los detractores.

“La reina no está en peligro con ‘The Crown’”, dijo Pryce a The Associated Press. Agregó que los críticos están fustigando la nueva temporada a pesar de no conocerla, lo que le recordó “el efecto Mary Whitehouse”, llamado así por la activista conservadora británica Mary Whitehouse.

Whitehouse tenía “un enorme número de seguidores y criticaba programas que nunca había visto”, dijo. “Creo que muchas de las protestas en esta ocasión, son de gente que no ha visto la serie. No saben cómo se tratan estos asuntos. Tengo que decir que ellos son tratados con mucha integridad y mucha sensibilidad”.

Imelda Staunton, quien es la más reciente actriz en asumir el papel de Isabel, defendió la serie, a su creador galardonado y sus espectadores.

“Creo que es subestimar a la audiencia”, dijo Staunton a AP. “Ha habido cuatro temporadas que la gente sabe que han sido escritas por Peter Morgan y su esquipo de guionistas”.

Morgan, guionista de la película “The Queen” (“La reina”) y de la obra “The Audience”, ambas protagonizadas por la actriz galardonada con el Oscar y el Tony Helen Mirren en el papel de Isabel II, ha hecho de la realeza su especialidad. Las críticas recientes podrían sugerir que enfrentará un invierno con más señalamientos, pero Morgan tiene una labor más fácil que otro escritor que usó como materia prima a los monarcas británicos: William Shakespeare, quien dramatizó los reinados de siete monarcas.

Todos habían sido reyes en el pasado, Shakespeare abordó ligeramente a los monarcas de su época Isabel I y Jaime I.

“Todos nos imaginamos que fue dulzura y luz, y todos hemos visto ‘Shakespeare in Love’ donde todos están sentados bebiendo. En realidad, era como la Rusia estalinista de muchas maneras”, dijo el experto en Shakespeare Andrew Dickson sobre la sociedad rígidamente controlada en la que el bardo trabajó entre 1585 y 1613.

Las obras eran aprobadas por el maestro de fiestas, una especie de servidor civil con el poder de censurar dijo Dickson, autor de los libros sobre el teatro de Shakespeare “Worlds Elsewhere: Journeys Around Shakespeare’s Globe” y “The Globe Guide to Shakespeare”. Los autores podían ser y eran encarcelados e incluso sufrían penas más graves por transgresiones, dijo.

“Las pocas representaciones de la realeza reciente a su época eran bastante halagadoras e incluso los primeros públicos las calificaban como patrióticas”, dijo el profesor de Harvard Jeffrey R. Wilson, autor de “Shakespeare and Trump” y “Richard III’s Bodies”. El teatro en general era considerado ilusorio y engañoso, dijo.

“Contó esa versión politizada que era halagadora para los poderes de su época”, dijo Wilson. Se convirtió en el “marco dominante para contar la historia real británica hasta los siglos XVIII y XIX. Ahora se le dice ‘el mito Tudor’”, agregó en referencia a la Casa Tudor que gobernó por más de un siglo.

Es igual de problemático si la gente comienza de manera similar a contar la “versión ficticia de la historia” de la serie de Netflix “como un hecho”, agregó.

Lesley Manville, quien interpreta a la princesa Margarita, hermana de la reina, en esta temporada, dijo que deja en manos de aquellos a cargo de “The Crown” incluir o no un aviso.

“Por mi parte sólo puedo ser muy clara sobre que estoy haciendo un drama”, dijo Manville. “Nunca lo apoyamos como si fuera algo más que un drama sobre la familia real, una familia mundialmente famosa”.

Staunton se dijo agradecida de que la serie aborde un periodo que fue “bastante tumultuoso y que por lo tanto crea un muy buen drama”. La actriz achacó las recientes protestas sobre la serie a la muerte de la reina.

“No cabe duda de que si hubiésemos estrenado la serie hace dos años no habría esa cantidad de sensibilidad, que es completamente comprensible”, dijo Staunton. La actriz dijo que se sintió bastante afectada por la muerte de la reina, de la que se enteró un día después de grabar parte de la sexta temporada de la serie.

“‘¿Por qué me siento tan afectada?’”, recordó que se preguntaba. “Pero claro, había estado viviendo con ella por dos años y medio” de preparación y producción.

A Pryce, trabajar en la serie le ha proporcionado un mejor entendimiento de la familia real.

“Siempre han sido parte de la sociedad y parece que seguirán siéndolo por un tiempo”, dijo. “Anhelo el reinado de Carlos, y ver qué puede hacer para cambiar las cosas”.

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