TOKIO (AP) — Varios cientos de manifestantes exigieron el viernes la cancelación del funeral de Estado del exprimer ministro de Japón, Shinzo Abe, en una protesta en un parque de la capital, Tokio.
“Las políticas de Abe respaldaron la guerra", dijo Mayumi Ishida, uno de los asistentes, que añadió que el exmandatario trató sistemáticamente de aumentar el gasto en defensa. Como muchos otros participantes en la protesta, Ishida señaló que temía que las ideas de Abe anunciasen un retroceso a los días de militarismo previos a la Segunda Guerra Mundial.
Abe, que fue asesinado en julio, fue el primer ministro que más años ocupó en el cargo y uno de los más polémicos de la posguerra por su visión revisionista de la historia del conflicto, su apoyo a un ejército más fuerte y por lo que los críticos califican de enfoque autocrático y clientelismo.
La oposición al funeral de Estado se ha incrementado también debido a los estrechos vínculos de algunos políticos con la Iglesia de la Unificación. Publicaciones en redes sociales atribuidas al sospechoso del asesinato de Abe culpaban a la institución de arruinar su vida, y la policía dijo que atacó a Abe por su relación con la Iglesia.
Los planes del gobierno para el funeral de Estado del martes han movilizado a la oposición pública contra el Partido Liberal Democrático, que ha gobernado el país durante casi todo el periodo de posguerra.
Las protestas y marchas en contra del acto se han sucedido en todo el país y han atraído a cientos de personas. A principios de semana, un hombre se prendió fuego ante la residencia del primer ministro en lo que se describió como un intento de suicidio en una aparente protesta.
El costo público del funeral rondará los 1.700 millones de yenes (12 millones de dólares), pero los expertos dicen que la cifra no incluye costos ocultos como la seguridad. En la protesta del viernes había una importante presencia policial.