CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Por primera vez en su vida, el trompetista clásico venezolano Pacho Flores estaba dispuesto a esperar, incluso si era necesario más de un año, para sacar a la luz una de sus más importantes producciones. Y no se arrepiente de haberlo hecho.
Su álbum “Estirpe” había convocado a compositores como Arturo Márquez, Paquito D’Rivera y Daniel Freiberg para rendir homenaje a la música latinoamericana a través de creaciones originales interpretadas por la Orquesta Sinfónica de Minería de México, bajo la dirección de Carlos Miguel Prieto. El álbum había sido grabado en septiembre de 2019 y se suponía sería lanzado en 2020, pero llegó la pandemia.
“Yo creo que me hubiese deprimido si yo lo saco (en ese entonces)”, dijo Flores en una entrevista por videollamada tras su reciente serie de conciertos en la Sala Nezahualcóyotl de la Universidad Autónoma de México con la Orquesta Sinfónica de Minería y Prieto con motivo del lanzamiento del álbum, que finalmente vio la luz a fines de julio de este año y está disponible en plataformas digitales y formato físico.
“Esta ha sido una de las pocas cosas que me pasan en la vida que yo dije ‘hay que esperar’ al contrario de lo que nos pasa cuando somos jóvenes", agregó Flores. “Creo que el mundo tenía que saber que se estaba haciendo realmente un aporte y un paso importante, no solamente para la trompeta, sino para la música de América Latina”.
Todos los compositores involucrados en el proyecto están vivos, D’Rivera incluso está por recibir el Premio del Consejo Directivo de la Academia Latina de la Grabación y Freiberg estuvo en el primer concierto de la Sala Nezahualcóyotl para el estreno mexicano de su obra “Historia de flores y tangos”.
“Como compositor, músico y pianista yo no me creo lo que está pasando, es como un sueño del que no me quiero despertar, poder haber grabado con este superdotado trompetista”, dijo Freiberg a periodistas previo al concierto.
“Estirpe” es el primer álbum que graba el prestigiado sello discográfico de música clásica Deutsche Grammophon con una orquesta mexicana. Es un homenaje a los ritmos y géneros latinos. Sus obras incluyen toques de tangos, milongas, chacareras, joropos venezolanos, son, danzón, congas, salsa, valses, merengue y hasta reggaetón. El disco se extiende incluso a géneros anglo que han sido muy populares en la región como el swing y el blues.
“Una cosa bárbara, en ese sentido fue una muestra preciosa”, dijo Flores a AP.
Las obras del argentino Freiberg, el cubano D’Rivera y el mexicano Márquez fueron comisionadas para la grabación. También hay una original de Flores, “Morocota”. Sólo el “Concierto mestizo” del uruguayo Efraín Oscher es de 2010.
“Fue el primer concierto para trompeta con el cual yo arranqué toda esta cruzada”, dijo Flores sobre la obra de Oscher.
El caso de D’Rivera, quien dedicó su “Concerto Venezolano” al álbum, es especial.
“Él estaba tan emocionado que él vino a México para escuchar la grabación y ya grabando el disco nos dimos cuenta de que podíamos hacer unas improvisaciones”, recordó Flores.
Freiberg también improvisa en el disco y sus nombres están en la portada como invitados especiales por su participación como intérpretes.
“Ellos son también músicos de jazz, esto hace que la improvisación evidentemente sea un elemento para ellos muy práctico”, dijo Flores.
El título de la pieza de Flores, “Morocota”, hace referencia a una moneda de oro que circulaba en Venezuela en la segunda mitad del siglo XIX y es usada como sinónimo de tesoro.
“Es una obra que le dediqué a mi mamá”, dijo el trompetista. “Es una pieza muy, muy tradicional venezolana... una pieza muy melodiosa, muy bonita, muy elegante”.
Márquez aportó su “Concierto de Otoño”, una obra calificada de alta dificultad por Flores, uno de los mejores trompetistas del mundo. Freiberg compuso sus evocadoras “Crónicas Latinoamericanas”, divididas en los movimientos “Panorámicas”, “Diálogos” e “Influencias”.
Flores calificó a “Influencias” como una fusión moderna de la música latinoamericana con el jazz y el swing, mientras que a “Panorámicas” la ve como “una conversación del hombre con la Pacha Mama (Madre Tierra)”.
“Tiene un punto de vista donde hay un ave hermosa de estas sudamericanas que está sobrevolando todas estas montañas y eso se puede percibir en la música”, dijo sobre el segundo movimiento.
Flores comenzó a estudiar música con su padre, quien también tocaba la trompeta.
“Para mí fue muy fácil entender que la música iba a ser pronto parte de mi vida, en mi casa era normal ver instrumentos de viento... y la trompeta fue el instrumento que me atrapó, no sé si yo la escogí a ella o ella me escogió a mí, pero a partir de ese momento fue ‘esto va a ser parte de mi vida’”, dijo.
Comenzó a estudiar en el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela a los 7 años “y todavía la sigo estudiando”, aclaró. Con producciones como “Estirpe” busca aportar al repertorio de la trompeta y acercar al público a las posibilidades de un instrumento como este.
“Yo no quiero y no pretendo desplazar al violín”, dijo sobre el instrumento estrella del género clásico. “Yo lo que quiero es que el mismo repertorio se lo gane por sí solo y que la misma trompeta, si de verdad tiene que estar allí, pues que la misma trompeta sea reclamada de una forma natural y orgánica por la gente... La mayor motivación que yo veo es que el mismo público lo está reclamando”.
Durante la grabación del álbum en los Estudios Churubusco de la Ciudad de México, el cineasta Bernardo Arcos filmó un video que se ha dado a conocer en versiones cortas en internet y que también tendrá otra versión de larga duración que planean mostrar en festivales.
“En ese video hay cosas muy interesantes en cuanto a reacciones de los compositores... eso es valiosísimo como un documento”, dijo el director de orquesta Prieto a periodistas a propósito del lanzamiento. “Yo no puedo oír este disco sin emocionarme... Lo primero que oí fue el final del concierto de Paquito y me puse a llorar”.