BRUSELAS (AP) — Bajo intensas medidas de seguridad, comenzó el lunes el juicio a 10 hombres acusados por la detonación de bombas en el aeropuerto y en estaciones del metro de Bruselas en 2016.
Entre los acusados está Salah Abdeslam, el único sobreviviente de los extremistas del grupo Estado Islámico que atacaron en 2015 el teatro Bataclan, varios cafés y el estadio nacional de Francia en París.
Murieron 32 personas en los ataques ocurridos en 22 de marzo de 2016 en Bruselas. Unas 900 personas resultaron heridas o sufrieron trauma psicológico.
Los 10 acusados enfrentan cargos de asesinato, intento de asesinato y participación en actividades de un grupo terrorista. De ser convictos, podrían ser sentenciados hasta a 30 años de cárcel.
Abdeslam, quien fue sentenciado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional por los atentados de París, estaba presente en el tribunal de Bruselas, pero se negó a participar, denunciando que era “injusto” que se le obligara a ver el proceso desde un cubículo de vidrio blindado.
Sebastien Courtoy, abogado de otro de los acusados, Smail Farisi, también se quejó de las condiciones, afirmando que su cliente "está siendo exhibido como animal en una jaula". “Quiero, mejor dicho exijo, ver al enfermo que diseñó estas jaulas para preguntarle qué tipo de placer saca de esto”, declaró.
Para quienes resultaron lastimados o perdieron a seres queridos en los ataques, el juicio seguramente traerá amargos recuerdos, pero también les ofrecerá una oportunidad de dar un paso adelante en su larga recuperación.
“Ha sido una larga espera para las víctimas. Seis años es mucho tiempo. Creo que el 22 de marzo de 2016 se empezó a escribir una página sumamente oscura y el capítulo no ha terminado. Pero este es un paso importante hacia la recuperación”, declaró Guillaume Lys, abogado de la asociación que representa a las víctimas.
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Lorne Cook en Bruselas contribuyó con este despacho.