BAGDAD (AP) — El primer ministro interino de Irak convocó una reunión de importantes líderes políticos y representantes de partidos el miércoles, en busca de una salida de la crisis causada por una lucha de poder entre bloques chiíes rivales. Pero el partido del influyente clérigo Muqtada al-Sadr no participó.
La ausencia del bloque de al-Sadr socavó el esfuerzo del premier Mustafá Al-Kadhimi para resolver la crisis de 10 meses.
Al-Sadr y sus rivales políticos, los grupos chiíes apoyados por Irán, han estado enfrentados desde las elecciones parlamentarias del año pasado. Al-Sadr ganó el mayor número de escaños en los comicios de octubre, pero no consiguió formar un gobierno de mayoría.
Su bloque renunció más adelante del parlamento y el mes pasado sus partidarios irrumpieron en el edificio parlamentario en Bagdad. Al-Sadr ha demandado la disolución del parlamento y la convocatoria a elecciones adelantadas.
Los líderes de los grupos chiíes pro-Irán, los bloques suní y kurdo y el jefe del Consejo Judicial Supremo participaron en la reunión del miércoles, al igual que la representante especial de la ONU, Jeanine Hennis-Plasschaert.
Tras el encuentro, una declaración de la oficina de al-Kadhimi dijo que las discusiones se centraron en soluciones posibles a la crisis, dando prioridad al mantenimiento de la paz entre los iraquíes. Al-Sadr le dio el miércoles pasado el poder judicial una semana para disolver la legislatura, que respondió que carece de autoridad para hacerlo.
El sábado, el clérigo llamó a sus seguidores a estar preparados para realizar protestas masivas en todo el país, pero luego las aplazó indefinidamente cuando grupos respaldados por Irán hicieron un llamado similar. Al-Sadr dijo que quiere preservar la paz y que la “sangre iraquí tiene un valor inestimable” para él.
Sus rivales proiraníes, la Estructura de Coordinación, dijo previamente que el parlamento tendría que reunirse para disolverse a sí mismo.