MANILA (AP) — El presidente filipino Ferdinand Marcos Jr., en su primer discurso importante desde que asumió el cargo, prometió el lunes impulsar una recuperación económica, luchar contra la pobreza y defender las fronteras del país, pero no mencionó temas contenciosos como la corrupción o las violaciones de derechos humanos.
Ante el alza del costo de la vida tras la pandemia del coronavirus y las repercusiones económicas de la invasión rusa a Ucrania, Marcos aseveró que “no podemos aceptar otro confinamiento colectivo”.
“No pretendo minimizar los riesgos y desafíos que enfrentamos en este momento turbulento de la historia mundial”, declaró Marcos, añadiendo que “veo rayos del sol abriéndose paso entre los nubarrones”.
Debido a que “las mejores mentes de Filipinas” están trabajando en su administración, afirmó el mandatario, “resistiremos”.
Los activistas denunciaron su discurso y su silencio en temas como las violaciones de derechos humanos, sus planes de lidiar con insurgencias comunistas e islamistas, acusaciones de ejecuciones extrajudiciales y los líos legales de su familia, como la falta de pago de impuestos.
Denunciaron además que el discurso contenía escasos detalles, y que por lo tanto no inspiraba confianza.
El discurso presidencial “sufre de una falta de claridad, dirección y visión”, afirmó el grupo izquierdista Akbayan, añadiendo que Marcos no está ofreciendo “nada nuevo, audaz ni extraordinario”.
Unas 5.000 personas, esgrimiendo banderas filipinas, protestaron antes del discurso. Mencionaron una larga lista de demandas como asistencia económica, subsidios para comprar combustible y justicia para las víctimas de las violaciones de derechos humanos bajo el régimen del padre del presidente, el dictador Ferdinand Marcos, quien fue derrocado en medio de un alzamiento popular en 1986.
Los manifestantes exigieron que Marcos Jr. produzca un plan detallado sobre cómo el país puede salir de la actual crisis económica.
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Joeal Calupitan y Aaron Favila contribuyeron con este reporte.