EUGENE, Oregon, EE.UU. (AP) — Dejó Guatemala a los 2 años, llevado a Estados Unidos por sus padres, quienes querían darle oportunidades para llegar más alto. Curiosamente, ahora es Juan Grijalva quien ha colocado al atletismo del país centroamericano en alturas insospechadas.
Se quedó fuera del podio, por muy poco, pero Grijalva consiguió el domingo un cuarto puesto que lo entusiasmó en los 5.000 metros.
Grijalva, quien nunca ha competido en una pista centroamericana, habla escaso español, sobre todo cuando está emocionado, como ocurrió en la última jornada del Mundial de atletismo.
“¡Viva Guatemala! Soy el cuarto mejor del mundo y soy de Guatemala”, atinó a decir.
Luego prefirió cambiar al inglés.
“Me cuesta ahora hablar en español. Mi mente se está moviendo a 1.000 millas por hora”.
Él pareció alcanzar la misma velocidad en la última recta de la pista del Hayward Field en Eugene, Oregon.
Nacido en la capital guatemalteca, el deportista residió en California y Arizona. En la final, estableció un tiempo de 13 minutos10,44 segundos.
El oro fue para el noruego Jakob Ingebrigsten, con 13:09,98, mientras que el keniano Jacob Krop obtuvo la plata con 13:09,20 y el ugandés Oscar Chelimo alcanzó el bronce con 13:10,20.
En el primer par de vueltas a la pista, Grijalva estuvo disputando la punta con Krop, quien hizo equipo con los otros dos kenianos en la contienda: Nicholas Kipkorir y Daniel Ebenyo
Krop quedó con la mesa servida por sus compañeros, y a la fiesta se sumaron Ingebrigsten y Chelimo. Grijalva, quien se había rezagado a los últimos puestos, hizo un esfuerzo sobrehumano que estuvo a punto de otorgarle una presea.
Se quedó a escasas dos décimas.
“Tremendo tiempo, me quedé realmente cerca de la medalla”, afirmó.
De cualquier modo, añadió un buen papel a una historia de ensueño para un inmigrante incluido en el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), que prorrogó las deportaciones para personas en Estados Unidos.