HENDERSON, Nevada, EE.UU. (AP) — El propietario de los Raiders de Las Vegas, Mark Davis, la presidenta Sandra Douglass Morgan y el estelar tight end Darren Waller asistieron el martes al partido entre los equipos Aces y Dream de Atlanta en el torneo de la NBA de Mujeres.
A pesar de lo electrizante del encuentro, Davis, Douglass y Waller no evitaron conversar sobre la energía que fluye en la instalación de los Raiders a unos 16 kilómetros (10 millas) de distancia.
“Estamos invictos hasta el momento y esperamos que se mantenga de esta manera. El receso de temporada ha sido un momento para reconstruirnos”.
Los Raiders, que inician su precampaña el 4 de agosto con el encuentro del Salón de la Fama contra los Jaguars de Jacksonville, tienen un nuevo liderazgo y esto anima a Davis.
Desde el entusiasmo que a visto en las dos primeras semanas de Morgan al frente del equipo, al plan del gerente general Dave Ziegle para conformar el plantel y la estrategia de juego del nuevo entrenador Josh McDaniels.
“Nos emociona de verdad tener a los tres en lo más alto de la cadena de mando”, dijo Davis el martes en la noche, un día antes de que los jugadores veteranos se presenten en el campo.
Con su llegada, Davante Adams da al quarterback Derek Carr (de nueve campañas) el receptor que tanto esperaba que completará el trío con Waller y Hunter Renfrow.
A Morgan, la primer mujer de raza negra presidenta de un equipo de la NFL, lo que la ha impresionado es ver cada componente de la organización de los Raiders trabajar al unísono antes del campamento.
“Es una máquina increíble que funciona de manera uniforme y estamos ansiosos por que comience la temporada”, dijo Morgan. “La gente está entusiasmada y lista para la campaña”.
Durante la sesión de prensa del miércoles, el linebacker veterano Denzel Perryman equiparó el inicio del campamento con el primer día de escuela cuando se vuelve a ver a todos y los jugadores comienzas a aclimatarse.
Para Davis, se trata de otra temporada, con nuevo personal y las expectativas de siempre. Por mucha confianza que tenga, sabe que no debe darse palmadas en la espalda por los cambios realizados.