La profesora de 4to grado Irma Garcia fue asesinada el martes en su salón de clases de una escuela primaria de Texas, junto con otra maestra y 19 alumnos. Dos días después, un familiar informó que su afligido esposo también murió.
El motivo de la masacre —el tiroteo escolar más mortífero en Estados Unidos desde el perpetrado en Newtown, Connecticut, hace casi una década— sigue bajo investigación, y las autoridades dicen que el agresor de 18 años de edad no tenía antecedentes penales ni de problemas de salud mental.
El presunto atacante, Salvador Ramos, estuvo en el aula de la Escuela Primaria Robb de Uvalde más de una hora hasta que fue abatido en un tiroteo con las fuerzas del orden, informaron el jueves las autoridades.
La masacre ha sacudido a un país ya de por sí abrumado por la violencia con armas de fuego, y la cifra de muertos ha seguido subiendo en Uvalde, una ciudad predominantemente latina de unos 16.000 habitantes ubicada a unos 120 kilómetros (75 millas) de la frontera con México.
Joe Garcia, de 50 años, había dejado unas flores en la ofrenda a su esposa el jueves por la mañana, reportó el diario The New York Times. Al volver a casa “prácticamente se desplomó” y falleció de un infarto, le dijo su sobrino John Martinez al periódico.
Las Arquidiócesis de San Antonio y la funeraria Rushing-Estes-Knowles Mortuary confirmaron la muerte de Joe Garcia a The Associated Press. No se pudo contactar de manera independiente a familiares de Garcia el jueves.
El arzobispo Gustavo Garcia-Siller celebrará una misa el jueves por la noche en la iglesia del Sagrado Corazón, en Uvalde, para la familia Garcia y la comunidad, señaló la arquidiócesis.
La pareja, casada durante 24 años, tenía cuatro hijos. El mayor, Cristian, está enrolado en la Infantería de Marina, y su hermano Jose asiste a la Universidad Estatal de Texas. La mayor de sus hijas, Lyliana, es estudiante de segundo año de secundaria, mientras que su hermana pequeña cursa el 7mo grado.
Martinez, el sobrino de los Garcia, le dijo al diario The Detroit Free Press que a la familia le estaba costando trabajo hacer frente al hecho de que mientras el hijo de la profesora está entrenándose para el combate, fue su madre la que murió baleada.
“Cosas como esta no deberían estar pasando en las escuelas”, dijo al diario. “Está mal. No está bien”.
A la familia Garcia le encantaban las parrilladas, escribió Irma, de 48 años, en una carta publicada en línea y dirigida a sus alumnos de la primaria Robb. A la docente le gustaba escuchar música y hacer paseos por el campo hasta Concan, una comunidad ubicada a lo largo del río Frío, unos 40 kilómetros (25 millas) al norte de Uvalde.
El año escolar, que terminaba el jueves, era el 23ro que Irma Garcia daba clases, todos ellos en la Escuela Primaria Robb. Previamente había sido nombrada profesora del año y en 2019 fue galardonada con el Premio Trinity a la Excelencia en la Educación que otorga la Universidad Trinity.
“La señora Irma Garcia fue mi mentora cuando empecé a dar clases”, escribió su colega Allison McCullough cuando Irma fue nombrada profesora del año. “La riqueza de conocimientos y la paciencia que me mostró me cambiaron la vida”.
Durante cinco años, Irma Garcia había impartido clases junto con Eva Mireles, quien también fue asesinada.
“¡Bienvenidos al 4to grado! ¡Tenemos un año fantástico por delante!”, escribió Mireles en una carta publicada en el sitio web de la escuela para sus nuevos alumnos el año pasado.
___
La periodista de The Associated Press Jamie Stengle en Dallas contribuyó a este despacho.