ROMA (AP) — Dos mujeres ucranianas cuyos esposos participan en la defensa de una planta siderúrgica asediada por topas rusas en la sureña ciudad de Mariúpol pidieron que cualquier evacuación de civiles incluya también a los militares, pues temen que los soldados sean torturados y asesinados en caso de ser capturados por las fuerzas rusas.
“Las vidas de nuestros soldados también importan. No podemos hablar solamente de los civiles”, dijo Yuliia Fedisuk, de 29 años, esposa de Arseny Fedisuk, miembro del Regimiento de Azov del ejército ucraniano en Mariúpol.
Ella y Kateryna Prokopenko, cuyo esposo, Denys Prokopenko, es el comandante del regimiento, hicieron el viernes su exhorto en Roma en busca de ayuda internacional para evacuar la planta de Azovstal, el último bastión de resistencia ucraniana en la destruida ciudad portuaria.
Unos 2.000 defensores ucranianos y 1.000 civiles están parapetados en la vasta red subterránea de búnkeres en la planta, los que pueden soportar bombardeos aéreos. Pero las condiciones allí se han vuelto funestas cuando se agotan la comida, el agua y los medicamentos luego que las fuerzas rusas arrojaron bombas antirefugios y otras municiones en días recientes.
Naciones Unidas ha señalado que el secretario general António Guterres y el presidente ruso Vladimir Putin llegaron a un acuerdo sobre evacuaciones de la planta en una reunión la semana pasada en Moscú, que involucra a la ONU y el Comité Internacional de la Cruz Roja involucradas. Pero las discusiones, de acuerdo con Naciones Unidas, se refirieron a civiles, no combatientes.
Prokopenko, de 27 años, pidió una misión al estilo Dunquerque, aludiendo a la operación marítima de la Segunda Guerra Mundial en la que cientos de botes fueron lanzados para rescatar a alrededor de 330.000 soldados británicos y aliados rodeados por las fuerzas alemandas en la costa del norte de Francia.
“Podemos hacer esa operación de extracción… que salvará a nuestros soldados, nuestros civiles, nuestros hijos”, dijo. “Tenemos que hacerlo ya, porque la gente, cada hora, cada segundo, se está muriendo”.
Las mujeres afirman que unos 600 soldados están heridos y algunos de ellos sufriendo gangrena. Videos e imágenes que compartieron con The Associated Press mostraron a hombres heridos con vendajes sucios. Otros tenían heridas abiertas o extremidades amputadas.