Guardia de Texas que se ahogó no tenía equipo de flotación

AUSTIN, Texas, EE.UU. (AP) — Un miembro de la Guardia Nacional de Texas que murió ahogado en la frontera de Estados Unidos y México mientras estaba de servicio no contaba con un dispositivo de flotación cuando saltó al Río Bravo (o Grande) para ayudar a una migrante que tenía dificultades para cruzar nadando, indicaron autoridades estatales el miércoles.

El especialista Bishop Evans, que estuvo en calidad de desaparecido por tres días hasta que los equipos de búsqueda lo hallaron sin vida el lunes, era uno de los más de 6.100 miembros de la Guardia Nacional estacionados en la frontera como parte de la misión de seguridad fronteriza del gobernador republicano Greg Abbott, conocida como Operación Estrella Solitaria. La misión cuenta con 43 dispositivos de flotación para los miembros de la Guardia Nacional que están asignados a misiones en bote, de acuerdo con el mayor general Thomas Suelzer. Evans no era miembro de una tripulación de bote.

Se hicieron peticiones de más dispositivos de flotación por primera vez en febrero, pero su entrega se ha retrasado por problemas en la cadena de suministro, explicó Suelzer a los legisladores en el Capitolio de Texas al enfrentar cuestionamientos sobre la muerte de Evans, la baja moral y la escasez de equipo que han afectado la misión que comenzó hace un año. Los líderes de la Guardia Nacional defendieron el hecho de no entregar dispositivos de flotación a todos los soldados porque, argumentaron, muchos están estacionados en tierra.

Suelzer dijo que desde la muerte de Evans, los miembros de la Guardia Nacional han recibido instrucciones de no meterse al agua a menos que cuenten con un entrenamiento especial.

“(Él) era un ser humano”, agregó Suelzer. “Vio a un ser humano ahogándose y saltó al agua para salvarlo”.

Los rescates de migrantes por parte de la Patrulla Fronteriza son comunes a lo largo de los 1.930 kilómetros (1.200 millas) de frontera de Texas con México. Los intentos de cruce son a veces mortales.

El general brigadier Monie Ulis dijo que la mayoría de los miembros de la Guardia Nacional se quedan en las orillas para ayudar a los migrantes y que sólo recuerda cuatro o cinco casos en que un miembro de la Guardia se ha metido al agua.

Evans es al menos el quinto miembro de la Guardia Nacional que ha muerto durante la misión, una cantidad que incluye suicidios, explicó el senador estatal Roland Gutiérrez, un demócrata que ha pedido una pesquisa sobre las muertes. La misión incluye a miles de policías estatales, lanchas patrulla y aeronaves de vigilancia, y cuesta al estado más de 2 millones de dólares diarios, detalló Steve McCraw, director del Departamento de Seguridad Pública de Texas.

Abbott otorgó a los miembros de la Guardia Nacional una autoridad inusual el año pasado para detener y arrestar a los migrantes, pero la mayoría de los miembros de la misión están asignados a puestos de observación. Los líderes de la Guardia Nacional reconocieron problemas de baja moral, incluyendo escasez de equipos y malas condiciones de vida, pero dijeron que se han realizado mejoras en meses recientes.

“La moral promedio sería alrededor de un siete”, dijo Ulis. “Muy por encima de cuando empezamos”.

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