La Antártida aún ofrece muchos lugares por descubrir e investigar. Por eso, un grupo de estudiantes de la Universidad Tecnológica de Eindhoven, reunidos en el Team Polar, están desarrollando el “rover de la Antártida”, un vehículo autónomo impulsado por energía solar que debería hacer más barata, sostenible y fácil la investigación climática en el continente más frío y remoto de la Tierra.
Una de las principales funciones de este vehículo autónomo sería recoger datos en lugares inalcanzables e inseguros.
“Con estos datos, los investigadores podrán comprender mejor el continente y el impacto del cambio climático”, explicó a Metro Ewout Hulscher, director del equipo de Team Polar
El nuevo rover funcionará con paneles solares incorporados, mientras que los sensores deben garantizar que el vehículo pueda ir del punto A al B sin intervención humana.
Para que sea operativo en las condiciones extremas de la Antártida, el equipo aún tiene que superar importantes retos:
“La intensidad del sol es extremadamente baja, al igual que la temperatura. Los paneles solares y las baterías tienden a funcionar mal en estas condiciones, así que estamos buscando formas de hacer que el sistema sea más resistente a la intemperie”, añadió Hulscher.
El Equipo Polar -formado por 17 estudiantes de diversas especialidades- espera poder llevar a cabo en el futuro una investigación científica más sostenible en el Polo Sur y pretende tener listo el primer prototipo móvil para 2022.
Metro habló con Ewout Hulscher para saber más.
Principales características del rover:
-El vehículo contará con paneles solares para generar energía.
-Una batería capaz de soportar temperaturas extremadamente frías.
-Un sistema de sensores para conducir de forma autónoma en el desierto blanco.
-También contará con un GPR (Ground Penetrating Radar) para detectar grietas (fisuras en el hielo) y evitar caídas.
-El GPR también puede utilizarse con fines de investigación.
Entrevista
Ewout Hulscher
director del equipo Polar
P: ¿Cómo se les ocurrió la idea de crear el rover?
- Hace tres años, Wilco van Rooijen vino a la universidad con un proyecto para conducir un vehículo con energía solar en la Antártida para sensibilizar sobre varias cosas. Seis estudiantes retomaron el proyecto y empezaron a hacer una lluvia de ideas. El primer problema que detectamos fue que hacer que una persona conduzca a -40 no es lo más eficiente. Este problema podría resolverse haciendo que el rover fuera autónomo. Lo siguiente fue que no sólo queríamos hacer algo llamativo, sino que también queríamos añadir funcionalidad al rover. En la Antártida sólo se puede hacer una cosa, la investigación. Así que se nos ocurrió la idea de hacer un rover de investigación sostenible y autónomo para la Antártida, que es básicamente muy parecido al rover de Marte, pero para la Antártida.
P: ¿Cuál es la función principal de este rover?
- La función principal del rover es facilitar la investigación en la Antártida mediante la recopilación de datos en lugares inalcanzables, inseguros, inviables o por cualquier otra razón. Con estos datos, los investigadores pueden entender mejor el continente, lo que tiene un impacto significativo en la comprensión del impacto del cambio climático.
P: ¿Ayudará en la lucha contra el cambio climático?
- La sustitución de vehículos de combustible fósil en la Antártida no reducirá significativamente la emisión global de CO2, por lo que el rover no ayudará demasiado a combatir el cambio climático. Sin embargo, cada pequeña parte ayuda. Pero el vehículo será increíblemente importante para investigar el impacto del cambio climático. La Antártida alberga el 80% del agua dulce del mundo, y si toda ella se derrite el nivel del mar subirá 60 metros. También cambiará por completo el nivel de sal en las aguas del mar, lo que tiene consecuencias perjudiciales. Por lo tanto, es muy importante comprender la Antártida y la velocidad a la que se está derritiendo, y nuestro rover podría proporcionar datos importantes para este fin.
P: Háblenos más del Equipo Polar.
- La organización Polar es un equipo de estudiantes de la Universidad Tecnológica de Eindhoven. Empezamos con seis estudiantes y ahora mismo tenemos 20 y el año que viene probablemente tengamos entre 25 y 30. Todos estos estudiantes (a tiempo parcial) dedican su tiempo a este proyecto por pura motivación. No cobramos y tampoco obtenemos créditos de estudio. Es algo que nos apasiona. Por el momento, el equipo cuenta con seis socios oficiales y estamos en contacto con más. Además, también estamos en estrecho contacto con el Programa Polar Holandés y tenemos contactos en el British Antarctic Survey y la Australian Antarctic Division. Con unos estudiantes muy motivados y la experiencia de la industria, creemos que podemos hacer que este proyecto sea un éxito.