LONDRES (AP) — El gobierno británico pondrá fin al suministro de pruebas rápidas gratis de coronavirus a la mayor parte de la población, aunque las infecciones con COVID-19 siguen a niveles récord y las autoridades de salud advierten que la pandemia todavía podría dar sorpresas.
Más de 1.700 millones de kits de pruebas fueron distribuidos en lugares de trabajo, farmacias y por correo en el último año, dice el gobierno, bajo una política que alentó a la gente a hacerse las pruebas regularmente como forma de prevenir nuevos brotes.
Pero a partir del viernes, la mayoría de las personas en Inglaterra tendrán que comprar las pruebas conocidas como icroma en las farmacias o la internet.
Esas pruebas usan un hisopo y dan resultados en minutos, pero son menos precisas que las pruebas PCR usadas oficialmente.
Las pruebas seguirán siendo gratis para los trabajadores en sitios de alto riesgo, como hospitales, hospicios y prisiones, pero bajo el plan gubernamental “Vivir con COVID” la mayoría de las otras personas en Inglaterra tendrán ahora que pagar. Algunas pruebas gratis continuarán por varias semanas en Escocia, Gales e Irlanda del Norte.
La legisladora Daisy Cooper, portavoz de salud de los opositores liberal demócratas, declaró que eliminar las pruebas añadiría un gasto a las personas que lidian ya con altos precios de la comida y el combustible.
“Es un impuesto a aquellas personas que quieren hacer lo apropiado y realizarse pruebas antes de visitar a familiares ancianos o vulnerables”, dijo.
Los críticos dicen que el paso se produce en un momento peligroso, cuando se estima que una de cada 16 personas en Inglaterra está infectada con el virus, de acuerdo con la Oficina de Estadísticas Nacionales. Había 15.632 personas hospitalizadas en Inglaterra con COVID-19 para el miércoles, el mayor número en más de tres meses.
El número de pacientes que necesitan asistencia para respirar sigue siendo bajo, no obstante, y las muertes están muy por debajo de los picos de olas previas en el 2020 y el 2021.