El indigente Givaldo Alves, de 48 años, rompió el silencio y brindó su primera entrevista desde que fue captado con la esposa del entrenador personal Eduardo Alves teniendo intimidad en un auto estacionado en la calle de la ciudad de Planaltina, en Brasil. El sujeto desmintió la versión del esposo quien dijo que fue una agresión sexual.
La entrevista fue realizada por el sitio web Metropoles. Las imágenes del acto y la agresión física que sufrió fueron grabadas por una cámara de seguridad y se apoderaron de las redes sociales. En ellas se lo puede ver salir corriendo sin ropa del auto y siendo golpeado por Eduardo Alves, mientras al fondo la mujer se viste y baja del auto.
Catorce días después del hecho y ya recuperado de las heridas, principalmente en la cara y la cabeza, dijo que ese día estaba tirado en la acera, donde duerme, cuando la mujer detuvo el auto y lo invitó a pasar. Le preguntó si quería ‘salir con ella’. Dijo que no se había duchado y que no tenía dinero para llevarla a un hotel. ‘Podríamos estar en mi auto’”, respondió.
Contrarrestó las acusaciones del entrenador personal de que había violado a la mujer.
También dijo que recién supo que estaba casada cuando ingresó en el hospital.
Producto de la golpiza, el vagabundo resultó con una costilla rota y un edema en uno de sus ojos, pero a pesar de las lesiones dijo que no se arrepiente.
Mensaje de la mujer involucrada
Sandra le dijo a un pastor que había recibido un mensaje de divino que su acto era una ‘misión espiritual’ y confirmó que las relaciones con la persona sin hogar fue consensuado.