KIEV, Ucrania (AP) — Líderes ucranianos acusaron a Rusia de capturar a 15 rescatistas y conductores de un convoy humanitario que intentaba llevar alimentos y otros suministros necesitados con un urgencia a la maltrecha ciudad portuaria de Mariúpol. La ciudad sufrió también ataques navales tras semanas recibiendo proyectiles desde tierra y aire.
El presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, estimó que unos 100.000 civiles permanecían en Mariúpol, donde se han registrado algunas de las escenas más devastadoras de la guerra. Mientras, Rusia seguía adelante con la ofensiva iniciada hace un mes bombardeando ciudades y pueblos. Los que lograron salir describieron una ciudad destruida.
“Nos bombardearon durante los últimos 20 días”, dijo Viktoria Totsen, de 39 años, que huyó a Polonia. “Durante los últimos cinco días, los aviones volaban sobre nosotros cada cinco segundos y lanzaban bombas en todas partes, en edificios residenciales, guarderías, escuelas de arte, en todas partes”.
En el mensaje en video que envía cada noche a la nación, Zelenskyy acusó el martes por la noche a las fuerzas rusas de bloquear la caravana de ayuda pese a que la ruta se había acordado con antelación.
“Intentamos organizar corredores humanitarios estables para los habitantes de Mariúpol, pero casi todos nuestros intentos, por desgracia, se ven frustrados por los ocupantes rusos, por proyectiles o por terror deliberado”, dijo Zelenskyy.
La Cruz Roja confirmó que un convoy de ayuda humanitaria que intentaba llegar a la ciudad no había podido acceder.
Mientras el convoy trataba de entregar ayuda, los barcos de la armada rusa se sumaron a los ataques aéreos y terrestres de las últimas semanas contra Mariúpol, según funcionarios estadounidenses.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tenía previsto volar a Europa para una cumbre de emergencia de la OTAN sobre la invasión rusa y la actitud cada vez más hostil de Moscú hacia Occidente. Miembros de la OTAN y otros aliados europeos están reforzando sus defensas.
Biden viajaría a Bruselas y Polonia, que ha recibido más de dos millones de refugiados ucranianos desde la invasión del 24 de febrero. Se espera que busque mantener la unidad entre los aliados occidentales y anuncie más sanciones en una serie de duras medidas económicas y financieras contra Rusia.
Cuando CNN le preguntó qué había logrado el presidente de Rusia, Vladimir Putin, en Ucrania, el vocero del Kremlin Dmitry Peskov respondió: “Bueno, antes de nada, aún no. No lo ha logrado aún”. Sin embargo, insistió en que la operación militar marchaba “estrictamente de acuerdo a los planes y propósitos establecidos de antemano”.
El objetivo de Putin, afirmó, sigue siendo “librarse del potencial militar de Ucrania” y “asegurarse que Ucrania pasa de ser un centro antirruso a un país neutral”.
Explosiones y ráfagas de disparos remecieron la capital de Ucrania, Kiev, y se oía fuego de artillería pesada desde el noroeste, donde Rusia intenta cercar y capturar varios suburbios de la ciudad.
Las fueras ucranianas retomaron esta semana un suburbio, Makariv, pero perdieron parcialmente otros tres en el noroeste de la capital, según el Ministerio ucraniano de Defensa.
Un funcionario occidental que habló bajo condición de anonimato para compartir análisis militares dijo que la resistencia ucraniana había paralizado buena parte del avance ruso, pero no había hecho retroceder a las fuerzas de Moscú.
“Hemos visto indicios de que los ucranianos están yendo un poco más a la ofensiva ahora”, dijo por otro lado el vocero del Pentágono John Kirby a la prensa en Washington. Eso ocurre especialmente en el sur de Ucrania, señaló, por ejemplo cerca de Jersón, donde “han intentado recuperar territorio”.
El Ejército ruso es mucho mayor y más fuerte, lo que hace que muchos expertos militares occidentales adviertan contra un exceso de confianza en las posibilidades de Ucrania en el largo plazo. La estrategia rusa en guerras pasadas en Chechenia y Siria ha sido aplastar la resistencia con ataques de que allanaron ciudades, mataron a un sinfín de civiles e hicieron huir a millones de personas.
La invasión ha expulsado a más de 10 millones de personas de sus hogares, casi un cuarto de la población ucraniana, según Naciones Unidas.
Se cree que miles de civiles han muerto. Las estimaciones de bajas militares rusas varían mucho, pero incluso las cifras conservadores de autoridades occidentales son de unos pocos miles.
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Anna informó desde Leópolis, Ucrania. El periodista de Associated Press Yuras Karmanau en Leópolis y otros periodistas de AP en todo el mundo contribuyeron a este despacho.