CHICAGO (AP) — Más de tres años después de que Jussie Smollett le dijera a la policía que había sido víctima de un ataque racista y homófobo en una calle oscura y fría de Chicago, todas las preguntas que giraban en torno al actor — ¿montó el ataque?, ¿por qué lo hizo? — se han reducido a dos grandes interrogantes: ¿Admitirá que le mintió a la policía? ¿Será sentenciado a prisión?
El jueves, tres meses después de que un jurado lo condenara, esas preguntas serán respondidas cuando el actor de la serie “Empire” sea sentenciado en la misma corte donde fue declarado culpable de mentir a la policía sobre un ataque que según los fiscales fue planeado por él mismo.
Smollett fue condenado por cinco de seis delitos graves de conducta desordenada, por mentirle a la policía. Fue absuelto de un sexto cargo. Enfrenta una sentencia máxima de tres años en prisión por cargo.
El juez del condado de Cook, James Linn, puede elegir entre la pena máxima, una sentencia reducida o libertad condicional. También puede ordenar una multa y restitución que podría sumar miles de dólares.
Los acusados de mentir a la policía, uno de los delitos graves de menor seriedad en Illinois, pocas veces son sentenciados a prisión. Pero este es un caso raro.
Los fiscales mostraron que Smollett, quien es negro y gay, llegó a extremos en enero de 2019 para montar el supuesto crimen de odio. Contrató a dos hermanos para que perpetraran el ataque, según los fiscales, y les dijo qué insultos racistas y homófobos proferirle y que le gritaran a Smollett que Estados Unidos era un “país MAGA”, en referencia al slogan de campaña presidencial de Donald Trump (“Make America Great Again”, por sus siglas en inglés).
Los hermanos testificaron que Smollett les dio dinero para comprar la cuerda que le iban a atar como una soga alrededor del cuello y pasamontañas para ocultar sus rostros. Luego les indicó dónde quería que se desarrollara la escena con la esperanza de que fuera capturada por una cámara de vigilancia.
Al hacerlo, Smollett desató opiniones de por sí exaltadas en el país sobre asuntos como raza e identidad sexual, y llevó a una enorme investigación en la ciudad que involucró a decenas de policías mientras él seguía afirmando que fue víctima de un ataque real perpetrado por dos hombres que no reconocía.
Durante la audiencia, los fiscales y los abogados de Smollett tendrán la oportunidad de presentar testigos y Smollett podrá rendir declaraciones. A diferencia del juicio, Linn accedió a permitir la presencia de fotógrafos y cámaras de televisión en la audiencia, lo que significa que el público podrá por primera vez ver y escuchar a Smollett hablando en la corte.
Una de las principales dudas es si el fiscal especial Dan Webb le pedirá a Linn que envíe a Smollett a una prisión para delincuentes sentenciados por delitos graves o a otro tipo de correccional. Well, en una entrevista con The Associated Press, no lo reveló.
“Creo que este será probablemente un punto que señalaré en la sentencia”, dijo Webb, “que el señor Smollett no sólo le mintió a la policía y causó estragos aquí en la ciudad durante semanas sin motivo alguno, sino que luego agravó el problema al mentir bajo juramento”.
Para lograr ese punto, algunos expertos legales dicen que esperan que Webb llame a oficiales a testificar.
“Alguien del CPD (Departamento de Policía de Chicago, por sus siglas en inglés) puede declarar cómo este crimen impactó directamente al departamento de policía, desvió recursos de delitos reales y el costo que implicó para la ciudad”, dijo Joe McMahon, quien como fiscal especial ganó una sentencia por homicidio para el policía de Chicago Jason Van Dyke por el tiroteo mortal del adolescente negro Laquan McDonald.
McMahon y otros también dijeron que Webb podría llamar a testigos para declarar sobre el impacto que el ardid de Smollett pudo haber tenido en víctimas legítimas de ataques racistas u homófobos.
“Podrían argumentar que su reporte falso hizo menos probable que las víctimas reales se denuncien y que sigan sufriendo en silencio”, dijo McMahon.
Los expertos señalan que es casi seguro que Smollett hablará en la corte. Podría abordar los mismos temas que tocó durante el juicio en el que testificó sobre su extenso trabajo con organizaciones benéficas, incluyendo un grupo contra el sida en la comunidad negra. También podría decir nuevamente que ya ha sido castigado, pues su carrera se vino abajo.
Y Smollett, quien hizo apariciones diarias fuera de la corte ante simpatizantes que apoyaban su carrera, ha recibido el apoyo de decenas de personas incluyendo el reverendo Jesse Jackson y el presidente de la Asociación Nacional para el Progreso de la Gente de Color (NAACP por sus iniciales en inglés) para recordar al juez del amplio trabajo del actor como voluntario y sus donaciones a causas benéficas. Sus simpatizantes han enviado cartas a Linn para pedirle clemencia y que lo sentencie a libertad condicional o servicio comunitario en vez enviarlo a prisión.
Smollett podría admitir que montó el ataque y después mintió en repetidas ocasiones al respecto incluso en sus declaraciones bajo juramento. Pero su abogado principal, Nenye Uche, proclamó inocente a su cliente después del juicio y prometió apelar, y desde entonces no ha dado indicios de que cambiará de rumbo.
Uche planea, de hecho, presentar una solicitud para que se desestime su condena, pero los jueces pocas veces acceden a ese tipo de mociones.
Se desconoce el resultado, pero varios expertos dicen que no creen que el juez impondrá la pena máxima o que Smollett termine en una prisión para delitos graves. Dicen que hay posibilidades de que termine en una cárcel de condado varios meses.
“Lo que hizo estuvo mal y mentir al respecto estuvo mal”, dijo Terry Ekl, un importante abogado defensor del área de Chicago que no está involucrado con el caso. “Y el hecho de dividir a una comunidad que ya está profundamente dividida sobre las líneas raciales y políticas, creo que esto lleva el caso fuera de la categoría de libertad condicional”.