Entrenadora rusa produce estrellas con carreras breves

BEIJING (AP) — La entrenadora en el centro de la dinastía rusa del patinaje artístico sobre hielo raras veces habla con la prensa, adornando su aura como una gurú que produce estrellas adolescentes capaces de concluir saltos que otras competidoras ni siquiera intentan.

Ahora, un escándalo de dopaje que involucra a su mejor pupila ha forzado a Eteri Tutberidze a la palestra en los Juegos Olímpicos de Beijing. Ella rompió su silencio sobre el caso contra Kamila Valieva el sábado, diciéndole a la televisión rusa: “Estamos absolutamente seguras de que Kamila es inocente y limpia”.

Las patinadoras entrenadas por Tutberidze han dominado las competencias durante ocho años, pero sus detractores han expresado preocupación por la brevedad de sus carreras y su propensión a sufrir lesiones graves.

La noticia de que Valieva, de 15 años, dio positivo para un medicamento cardiaco prohibido antes del inicio de los Juegos pone en peligro la medalla de oro de las rusas en el evento de equipos y pudiera dejarla fuera de la competencia individual la semana próxima.

El resultado positivo ha sido la noticia más prominente de los juegos durante días, enfrentando de nuevo a Rusia con las agencias deportivas del mundo. Tutberidze y Valieva compartieron un emocional abrazo el sábado cerca del final de las prácticas.

Valieva debutó en la categoría máxima apenas hace cinco meses, pero ya es aclamada como un talento único. La joven combina un espectacular poder de salto — completando el primer cuádruple por una mujer en la historia olímpica el lunes — con elegancia para destrozar marcas mundiales.

Cuando un deportista menor de 16 años — una “persona protegida” en la jerga olímpica — da positivo, las reglas dicen que su séquito debe ser investigado. Eso significa que la agencia antidopaje de Rusia iniciará una investigación del grupo de entrenamiento de Tutberidze en Moscú.

“Por una parte, son deportistas profesionales y están compitiendo en torneos de alto nivel como adultos y deberían asumir toda su responsabilidad”, dijo Margarita Pajnitskaya, ex vicedirectora general de la agencia antidopaje rusa, en declaraciones a la Associated Press.

“Por otra parte, sabemos que sicológica y mentalmente no son adultos. Y en parte esa responsabilidad debe ser compartida con los adultos en su círculo íntimo”.

La estrategia de Tutberidze en los entrenamientos se centra en la capacidad atlética y una ética de trabajo feroz. Ella tuvo que trabajar para construir su carrera como entrenadora desde un punto bajo como patinadora sin dinero actuando en espectáculos sobre hielo en Estados Unidos en los noventa. Estaba en un albergue de la YMCA en Oklahoma cuando sobrevivió el ataque de 1995 contra el cercano edificio federal en Oklahoma City.

Una persona en la órbita de Tutberidze que podría enfrentar preguntas es el médico deportivo Filipp Shvetsky, que acompañó a Valieva a su primer torneo internacional de mayores en octubre. El doctor ha dicho que se le prohibió trabajar con el equipo de remos de Rusia tras una investigación por dopaje en el 2007.

CAMPEONAS MUNDIALES

En menos de una década, Tutberidze ha pasado de ser una entre muchos entrenadores de patinaje en Rusia a la líder de una dinastía.

Su salto a la fama se produjo cuando Yulia Lipnitskaya ayudó a Rusia a ganar la competencia de equipos en Sochi en el 2014, siendo la segunda medallista más joven e la historia del deporte.

Cuatro años después, Tutberidze tuvo a las dos mejores en el podio, cuando Alina Zagitova venció a Evguenia Medvedeva por el oro. En Beijing, Tutberidze entrena a las tres mujeres rusas, que pudieran dominar el podio con sus cuádruples.

Tutberidze puede seleccionar a las patinadoras jóvenes más prometedoras para su campo de entrenamientos, que tiene instalaciones envidiables y gran financiamiento. En el campeonato nacional en el que Valieva dio positivo en diciembre, una patinadora de Tutberidze ganó por séptimo año consecutivo.

CARRERAS BREVES, LESIONES

Las estrellas entrenadas por Tutberidze no han tenido carreras largas.

La campeona olímpica Zagitova se tomó un receso en diciembre del 2019, a los 17 años, diciendo que necesitaba encontrar motivación tras perder ante patinadoras rusas más jóvenes con saltos cuádruples. No ha competido desde entonces y se ha concentrado en su carrera en TV. Medvedeva compitió en los juegos del 2018 con una fractura en un pie. Tres meses más tarde, dejó el campo de Turberidze para entrenarse con Brian Orser en Canadá, diciendo que quería “trabajar con un entrenador que es como un amigo”.

Lipnitskaya se retiró a los 19 años, revelando que sufría anorexia. Lesiones crónicas en la espalda forzaron el retiro el año pasado de Elizabet Tursunbaeva, de Kazajistán, la primera mujer en completar el salto cuádruple en el campeonato mundial en el 2019. Otra estrella de Tutberidze, Daria Uscacheva, sufrió una lesión grave en noviembre y regresó a casa en silla de ruedas.

En una entrevista en el 2020 con un portal deportivo ruso, Rafael Arutyunyan, entrenador del campeón masculino Nathan Chen, comparó a las patinadoras de Rusia con carreras breves con un recipiente de café desechable.

VÍNCULOS CON EEUU

La perspectiva y la carrera de Tutberidze fueron formadas por el tiempo que vivió en Estados Unidos en los noventa.

Nacida en Moscú, de padres georgianos, Tutberidze nunca estuvo entre la elite del patinaje soviético. Tras el colapso de la Unión Soviética, se fue a Estados Unidos para patinar en espectáculos sobre hielo.

En una rara entrevista publicada en el portal de la Federación de Patinaje Artístico de Rusia, Tutberidze narró detalladamente cómo se esfumó su sueño. Otros patinadores tuvieron problemas con sus visas y ella se quedo sin dinero mientras esperaba el arribo de ellos a Oklahoma. Se vio forzada a buscar comida en una iglesia bautista.

“Teníamos que asistir a misa y después nos daban agua y sándwiches”, dijo.

Turberidze dice que estaba viviendo en un albergue de la YMCA a apenas una cuadra del edificio federal de Oklahoma City cuando ocurrió uno de los peores atentados terroristas en suelo estadounidense. El ataque con bomba por el extremista antigobierno Timothy McVeigh dejó 168 muertos.

“Vidrio, escombros, revestimiento destrozado, sangre, cuerpos mutilados”, dijo. “Al inicio no entendíamos lo que sucedió. Había un edificio y entonces no estaba ahí. Solamente polvo y en la intersección montones de escombros en lugar de autos”.

El nombre de Tutberidze está inscrito en el “muro de sobrevivientes” en el sitio de la explosión. Pasó seis años en Estados Unidos, primero como patinadora y luego como entrenadora en San Antonio. Su hija, Diana Davis, que compite en Beijing en el equipo ruso de danza sobre hielo, nació en Estados Unidos.

Tutberidze regresó a Rusia y trabajó por más de una década antes de ganar reconocimiento internacional. Dice que los éxitos en la vida requieren años difíciles, una filosofía que quizás aplica a su estilo de entrenamientos.

“Hay una vida muy cómoda, tranquila, en Estados Unidos. Gente muy buena, excelentes relaciones”, dijo. “Pero para mí, hay una falta de contraste en toda esa abundancia. Cuando no hay dificultades, no puedes entender qué es la felicidad”.

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Dave Skretta en Beijing y Tanya Titova ie Moscú contribuyeron.

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