BEIJING (AP) — Eileen Gu se topó con un coro de voces cínicas después que rechazó al equipo de Estados Unidos para representar a China en los Juegos Olímpicos de Beijing.
Poco después de la máxima competencia de su vida, la prodigiosa esquiadora acrobática de 18 años fue cuestionada sobre su nacionalidad estadounidense, sus sensaciones sobre Peng Shuai y el incesante odio que recibe en redes sociales.
“Si la gente no me cree, si no me quieren, ellos se lo pierden”, dijo Gu. “Nunca van a ganar en unos Juegos Olímpicos».
Gu lo logró, llevándose la primera de las que ella y sus seguidores en Beijing esperan que sean tres oros. Lo hizo con el primer 1620 de su carrera en la última vuelta, sorprendiendo a la francesa Tess Ledeux y ganando en el debut del freeski big air femenino.
Gu, quien nació en Estados Unidos, nunca había logrado el doble cork 1620 — un movimiento en el que los esquiadores dan cuatro vueltas y media rotando dos veces fuera del axis. Ni en entrenamiento, ni en competencia.
Contó con el aliento de su nación adoptada.
Un repentino interés tras el triunfo de Gu hizo que la popular red social china Weibo se cayera momentáneamente, de acuerdo con sitios de noticias de tecnología y deportivas en China.
“Es reconfortante. Es de origen chino y volvió a China. Me siento orgulloso”, dijo Jiang Yu, de 18 años, y originario de Beijing.
Gu, cuya madre es china, cree que pasó al menos un cuarto de su vida en China. Su historia, como lo cuenta ella, inició cuando tuvo la idea del primer evento de slopestyle en China a los 9 años — y ganó.
Desde que eligió competir por China en 2019, ha dicho que su meta es animar a niñas y mujeres a que realicen deportes de invierno — alineada con el compromiso de China de inspirar a 300 millones de personas a que prueben los deportes de nieve y hielo.
La tenista Peng, ganadora de tres títulos de dobles en citas de Grand Slam, presenció la competencia desde las gradas, acompañada por el presidente del COI Thomas Bach.
Fue una inusual aparición en público de Peng, un día después que dijera en una controlada entrevista con el diario deportivo francés L’Equipe que las acusaciones acusaciones de agresión sexual que hizo contra un ex miembro destacado del Partido Comunista que gobierna China habían sido el resultado de “un enorme malentendido”. Sus respuestas, ante un funcionario olímpico chino, dejaron sin responder las dudas sobre su bienestar y qué ocurrió exactamente.
A una pregunta sobre si compartía la preocupación global sobre Peng, Gu respondió con cautela, diciendo que estaba “realmente contenta» que Peng estuvo presente y que era una honor que una estrella del tenis vino a ver «un deporte de nicho como el freeskiing.”
Gu también esquivó los cuestionamientos sobre el estatus de su ciudadanía estadounidense. China no permite la doble ciudadanía. No se ha aclarado si Gu, que estudiará en la Universidad de Stanford — renunció al pasaporte estadounidense.
La decisión ha resultado lucrativa para Gu, cuya segunda pasión es el modelaje. Su rostro aparece en anuncios publicitarios en toda Beijing, fotografiada para Vogue, Victoria’s Secret, Louis Vuitton, Tiffany y varios más.
“Siento que el deporte es una manera de poder unir a los pueblos», replicó a una pregunta sobre su ciudadanía. “Es algo que no debe vincularse a la nacionalidad. No es algo que deba usar para dividir a los pueblos. Todos estamos aquí juntos desafiando el límite humano”.
De eso no hay duda. Gu desafió esos límites el martes.