Si la expulsión de Granit Xhaka no representó una sorpresa, sí lo fue el hecho de que el Arsenal haya sobrevivido con 10 hombres en Anfield.
Liverpool desaprovechó la superioridad numérica tras la tarjeta roja a Xhaka a los 24 minutos por una patada en el pecho a Diogo Jota, y los Gunners rescataron el jueves un empate 0-0 en la ida de las semifinales de la Copa de la Liga inglesa.
Sin los delanteros Mohamed Salah y Sadio Mané, quienes disputan la Copa Africana de Naciones, Liverpool careció de pegada frente a un Arsenal ya diezmado que perdió a otros dos jugadores —Cedric Soares y Bukayo Saka— por lesiones durante el encuentro.
Mikel Arteta, el entrenador del Arsenal, buscaba que su equipo reaccionara tras la eliminación sufrida el domingo ante el Nottingham Forest de la segunda división en la tercera ronda de la Copa de la FA.
El estratega español obtuvo lo que quería con una férrea labor defensiva. En particular, los dos centrales Ben White y el brasileño Gabriel, lucieron impresionantes.