Al grito de “vida sí, aborto no” varios cientos de personas se concentraron el lunes en los alrededores de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en la capital mexicana para protestar contra el fallo de la semana pasada que declaró inconstitucional penalizar el aborto.
La protesta se da en momentos en el que los ministros del máximo tribunal iniciaron la discusión sobre un artículo de la Ley General de Salud que contempla el derecho a la objeción de conciencia del personal médico, que no ha sido considerado como violatorio de la constitución y que podría convertirse en un nuevo obstáculo para los defensores del aborto.
Entre oraciones, banderas azules y de México, imágenes de la virgen de Guadalupe y carteles en los que se leía “mamita déjame vivir, tengo derecho”, los manifestantes se aglomeraron en las inmediaciones de la sede capitalina de la Suprema Corte para rechazar la histórica sentencia del 7 de septiembre.
“Estamos aquí porque la Corte ya cometió una doble suprema injusticia en contra del derecho fundamental a la vida”, afirmó Rodrigo Cortes Jiménez, presidente del Frente Nacional por la Familia, al rechazar los dos fallos de la semana pasada que despenalizó el aborto y que estableció que los estados no tienen competencia para definir el origen de la vida. Además de que era inconstitucional defenderla desde el momento de la concepción porque la protección del producto en gestación no puede desconocer los derechos de las mujeres.
Cortes Jiménez dijo a la AP que esperaba que la Corte no actúe contra los médicos “arrebatándole al sector salud de este país el derecho a la objeción de conciencia”. La votación definitiva sobre los casos en los que podría aplicarse el derecho a la objeción de conciencia del personal de salud podría definirse la próxima semana, indicó una vocera de la Suprema Corte a la AP.
Durante la sesión del lunes el Pleno de la Suprema Corte concluyó que los artículos impugnados de la ley de salud “no son violatorios de la Constitución General desde el punto de vista competencial”, señala un comunicado del organismo. Los ministros decidieron postergar para la próxima sesión la discusión del fondo del caso.
El artículo en discusión prevé que el personal médico y de enfermería podrá ejercer la objeción de conciencia y excusarse de participar en la prestación de servicio que establezca esa ley, sin que pueda invocarse cuando se ponga en riesgo la vida del paciente o se trate de una urgencia médica.
Desde la cúpula de la Iglesia católica mexicana se continuaron levantando voces en contra de las decisiones del máximo tribunal.
La víspera, la Iglesia católica expresó en su editorial del semanario “Desde la fe” que las decisiones de la corte generan “una visión machista y sin opciones reales de apoyo para dar vida. En México, la ley se encamina a favorecer la muerte”.
“Ambas decisiones nos dejan con más dudas que certezas como humanidad y sociedad. Dejar la decisión del aborto de manera libre en la mujer embarazada, en primer lugar invisibiliza al ser humano en gestación”, indicó la institución religiosa.
Por otra parte, la estatal Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) anunció el domingo que pidió revisar las 432 carpetas de investigación abiertas por el delito de aborto este año en 27 de los 32 estados del país para cumplir con los dos fallos del máximo tribunal.
“Las autoridades locales y federales debemos asegurar la no criminalización de las mujeres por el ejercicio de sus derechos sexuales, por lo que deben analizarse todos los casos de personas acusadas por el delito de aborto en todo el país”, sostuvo la titular de la (Conavim), Fabiola Alanís.
Sólo cuatro estados de México -la capital, Oaxaca, Veracruz e Hidalgo- permiten la interrupción voluntaria del embarazo hasta la semana 12 de gestación en todos los casos. En los 28 estados restantes sigue siendo un delito, con algunas excepciones.
La lucha por el aborto legal en México comenzó en la década de los 30 cuando hubo propuestas para que el Estado lo regulara. En los 70 hubo una nueva ola de exigencias que lograron la despenalización en algunos casos pero no fue hasta 2007, después de años de lucha de los colectivos sociales que evidenciaron las muertes de mujeres por interrumpir sus embarazos de forma clandestina, que se despenalizó por completo en la Ciudad de México.
La Corte Suprema mexicana se ha posicionado no sólo en el aborto sino también en el matrimonio igualitario o el uso lúdico de la marihuana, temas que el tribunal consideró derechos constitucionales pero en los que está pendiente todavía una gran labor legislativa.