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’García Bryce y Chabuca Granda’,por Jorge Sánchez Herrera

“Hace unos días nos dejó José García Bryce. Arquitecto, investigador y, sobre todo, un eterno profesor universitario. Un lujo para los que tuvimos la suerte de tenerlo al frente del aula”.

Por Jorge Sánchez Herrera – Nómena Arquitectura – Arquitecto/Urbanista jorge@nomena-arquitectos.com

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Soy muy crítico de la vivienda colectiva que hoy construimos, lo he dicho varias veces. Hay una conjunción de factores que hacen muy difícil revertir esta situación. La falta de visión espacial de los municipios que solo piensan en resolver el problema del lote, sin pensar en un conjunto ideal. También la implacable velocidad que impone el negocio inmobiliario y lo difícil que resulta formar buenos arquitectos en las casi 50 facultades de Arquitectura que hay en el país.

Justamente hace unos días nos dejó José García Bryce. Arquitecto, investigador y, sobre todo, un eterno profesor universitario. Un lujo para los que tuvimos la suerte de tenerlo al frente del aula. Vistas en retrospectiva, sus pausadas clases de historia resultan una amable antítesis del actual vértigo del ejercicio profesional.

García Bryce no tuvo una vasta obra, como otros arquitectos, pero sí algunos edificios seminales como la Capilla San José, con la que ganó el Hexágono de Oro (premio mayor de la arquitectura peruana), un bellísimo edificio de departamentos sobre la calle Álvarez Calderón, en San Isidro, y el Agrupamiento de Viviendas Chabuca Granda (ACG), construido en 1985 frente a la Alameda de los Descalzos, en el Rímac.

El ACG sigue siendo uno de los edificios de vivienda colectiva más estudiados por los arquitectos peruanos hoy en día. Según García Bryce, se trataba de un proyecto piloto para renovar la zona. Quizás por ello es tan didáctico. Allí se reinterpretan las proporciones y elementos de las fachadas limeñas, siendo el más llamativo el balcón corrido de madera. Pero también y, sobre todo, se reutilizan en clave contemporánea elementos como el zaguán y la sucesión de patios, tan típicos de las casas unifamiliares del Centro Histórico.

El ACG está en las antípodas de -casi- toda la vivienda colectiva que se construye hoy en el Perú, y sigue siendo una muestra tangible de que, con otras reglas y observando lo bueno que ya se ha construido, podríamos realmente aspirar a conjuntos de viviendas más dignos.

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