La Marcha del Orgullo llegará hasta la Plaza Bolívar el próximo 27 de junio luego de que el presidente del Congreso, Daniel Salaverry, lo autorizara.
Un grupo de congresistas de diferentes bancadas solicitaron el permiso para usar la plaza ubicada frente a la sede legislativa, para realizar una actividad en el marco de la movilización.
Tras ello, el congresista Héctor Becerril (Fuerza Popular) cuestionó con duros mensajes la decisión de Salaverry y calificó de “circo” la marcha de la comunidad LGBTI.
“Vayan, vayan no más a su marchita, que los hace tan felices y claro no se olviden el mandilito rosa”, escribió en Twitter, haciendo referencia a la criticada campaña ‘Hombres por la igualdad’, en la que los hombres visten mandiles rosados.
Por su parte, su colega de bancada Alejandra Aramayo saludó la medida y dijo que es “pro familia”, pero cree en el “respeto y tolerancia a quien piensa distinto”.
“Si el Congreso representa la manifestación de la voluntad y soberanía popular no veo porque no deba haber manifestaciones (apropiadas) que representen a las minorías”, señaló.
La congresista Ana María Choquehuanca (PpK) rechazó que se le llame “circo” a las manifestaciones de la ciudadanía y respaldó que el Legislativo esté apoyando la equidad.
“No podemos calificar de circo nada de esto, hay que respetar a los colectivos y la sociedad civil. Podemos estar a favor o en contra de lo que ellos pregonen o practiquen, pero eso no tiene nada que ver”, dijo a la prensa.
Los legisladores Alberto Quintanilla (Nuevo Perú) y Alberto de Belaunde (Bancada Liberal) también saludaron que la ‘Marcha del Orgullo’ vaya a poder llegar hasta la Plaza Bolívar.
“Agradecemos la atención al pedido. Los ciudadanos tienen el derecho a expresarse, de acuerdo a nuestra Constitución, y el Congreso como instancia de representación no debe hacer oídos sordos a estas manifestaciones”, dijo De Belaunde.
Quintanilla consideró “positivo” la decisión del Parlamento, ya que debe respaldar y promover “el respeto a la diversidad”.