Ni todes, ni todxs, ni tod@s son formas recomendadas: conoce el lenguaje inclusivo del MIMP

Hay otras maneras que sí se pueden usar dentro de las normas del castellano para ser inclusivos. Conócelas en este manual del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables.

Somos lo que decimos. Nada, ninguna idea o ‘saber’ que tengamos de un ser, una cosa o cualquier fenómeno, escapa de la cárcel del lenguaje. De hecho, para el sicoanálisis, el inconsciente está estructurado en significantes. Un mensaje que en su forma subordina, oculta o invisibiliza a un género tendría efectos en el plano de la realidad.

Es por eso que muchas instituciones y grupos hoy hablan de lenguaje inclusivo. Algunos de forma más seria que otros que han preferido crear palabras como ‘todes’, ‘niñx’, ‘bomber@’ para referirse a varios géneros.

¿Entonces qué es un lenguaje inclusivo?

La guía de lenguaje inclusivo ‘Si no me nombras, no existo’, del Ministerio de la Mujer, define al ‘lenguaje inclusivo’ como un conjunto de propuestas de uso de la lengua castellana que busca personalizar la presencia de mujeres y hombres al escribir, hablar y representar, promoviendo que las y los hablantes abandonen o no incurran en el sexismo lingüístico y en el sexismo social presente en el lenguaje’.

Otros conceptos clave

Sexismo lingüístico: son los mensajes que debido a la forma como fueron presentados, y no tanto a su contenido, subordinan, ocultan e invisibilizan a un género, principalmente al femenino. Es decir, se refiere al modo como fueron construidas y elegidas las palabras y oraciones. Por ejemplo:

* Sr. Josué Morán y Sra.

  1. Los profesores del plantel
  1. La abogado

En estos ejemplos el sexismo lingüístico se manifiesta no por el contenido de lo que se ha redactado, sino por la forma en que se oculta o invisibiliza la presencia de la esposa, profesora y abogada a quienes se hace referencia.

Sexismo social presente en el lenguaje: son los mensajes que debido a su contenido, y no tanto a la forma, subordinan u ocultan a un género, principalmente al femenino. Es decir, el sentido del mensaje comunica la subordinación y el ocultamiento de un género por el otro, o refuerza estereotipos. Por ejemplo:

* Marido y mujer

  1. Los trabajadores y sus esposas
  1. La historia del hombre

En estos ejemplos, el sexismo social se manifiesta no por la forma en la que se ha redactado, sino por el contenido sexista que oculta y subordina la presencia de la esposa, las trabajadoras y las mujeres en general.

Algunas propuestas del manual del MIMP

– Usar sustantivos femeninos al referirse a mujeres

Existe una tendencia de la gramática castellana de asignar como masculino los nombres terminados en ‘-o’, y femeninos los que terminan en ‘-a’. Estos son los sustantivos con ‘marca doble de género’. Asimismo, existen sustantivos de género gramatical masculino que acaban en consonante y cuyas versiones femeninas terminan en ‘-a’. Así, cuando nos refiramos a las mujeres, debemos utilizar los sustantivos femeninos: La presidenta, la gerenta, las técnicas de primera.

Emplear nombres colectivos

Son aquellos que agrupan a ambos géneros, pues re¬fieren tanto a las mujeres como a los hombres sin ninguna forma de discriminación: ‘Los trabajadores del ministerio’ (NO INCLUSIVO), ‘la planilla del ministerio’ (INCLUSIVO); los niños (NO INCLUSIVO), la infancia/ la niñez (INCLUSIVO); los administrativos (NO INCLUSIVO), el personal administrativo (INCLUSIVO); los ciudadanos (NO INCLUSIVO), la ciudadanía (INCLUSIVO).

– Abandonar el uso del término ‘hombre’

  1. La evolución del hombre (NO INCLUSIVO) La evolución de la especie humana (INCLUSIVO)
  1. El cuerpo del hombre (NO INCLUSIVO) El cuerpo humano (INCLUSIVO)

Los derechos del hombre (NO INCLUSIVO) Los derechos humanos (INCLUSIVO)

– Utilizar la barra oblicua

En el caso de que no se sepa si la persona destinataria de un documento es una mujer o un hombre, se debe abandonar el uso exclusivo de fórmulas de tratamiento en masculino. Se debe escribir ambos géneros gramaticales separados por una barra oblicua (/). Asimismo, para cambiar prácticas recurrentes que subordinan a las mujeres se debe escribir en primer lugar las formas femeninas seguidas de las formas masculinas.

  1. Sres. Coordinadores Sectoriales (NO INCLUSIVO) Sras./Sres. Coordinadoras/es Sectoriales (INCLUSIVO)
  1. Prof. de Educación Inicial (NO INCLUSIVO) Prof. / Prof.a de Educación Inicia(INCLUSIVO)
  1. El Viceministro (NO INCLUSIVO) La/El Viceministra/o (INCLUSIVO)
  1. El Director (NO INCLUSIVO) El/La Director/a (INCLUSIVO)

En este enlace puedes acceder la guía completa de lenguaje inclusivo .

Por Carlos Espinoza

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