Lima, ciudad de tránsito salvaje y desorden vehicular, donde miles de personas empiezan el día conduciendo un auto o utilizando el transporte público. En este ritmo acelerado de movilización para todos y todas, aún continúan los prejuicios hacia las mujeres que toman el volante.
Hace unos días, una publicación en la página oficial del Metropolitano causó revuelo en Facebook. Una foto con una mujer conductora de bus recibió comentarios positivos y también negativos, específicamente machistas, hacia su labor.
Publimetro llegó hasta Protransporte para conocer de cerca la experiencia de una mujer como chofer de bus.
Vestida con tacones, uniforme y una corbata amarilla característica de los choferes del Metropolitano vemos a Patricia Horna (50 años). Ella es una de las ocho conductoras mujeres que tiene Lima Bus capacitadas para manejar los buses de uno de los sistemas de transporte más utilizados en la ciudad.
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Ella pronto cumplirá seis años trabajando como chofer de alimentador del Metropolitano, y además cuenta con una amplia experiencia conduciendo en diversos sectores.
“Yo conduzco hace 20 años, empecé haciendo movilidad escolar y luego hice transporte público, transporte interprovincial y llegué acá a la empresa Lima Bus”, comenta Patricia.
La chofer entra desde muy temprano a seguir las rutas según su programación del día. Ingresa media hora antes para lograr hacer un buen checklist.
“El checklist es una lista que cosas tenemos que anotar cuando nosotros entremos a iniciar nuestra labor, ahí detallamos eventos que tiene el bus, nuestro horario, el kilometraje, cuánto de gas tiene y más”, nos explica Patricia sobre su rutina día a día.
Puente Piedra, Trapiche y La Ensenada. En estas rutas podremos ver a Patricia Horna haciendo lo que más disfruta: conducir y llevar un mejor servicio del Metropolitano.
A pesar de que cada vez más mujeres demuestran estar al mismo nivel que sus pares hombres, lamentablemente en el sector automotriz a nivel global podría estar estancándose la presencia de estas.
Según un estudio realizado por Deloitte y Automotive News, “solo el 53% de las mujeres que trabajan en el sector automotriz elegirían la industria nuevamente si tuvieran la oportunidad de volver a empezar, cifra que ha mostrado una reducción considerable frente al 71% que se presentó en el año 2015”.
Entre los problemas más mencionados se encuentran “el entorno poco atractivo para el personal femenino” y “la falta de equilibrio de vida-trabajo”.
La violencia simbólica
Conversamos con la antropóloga Patricia Ames sobre por qué la sociedad dificulta ciertas tareas para las mujeres a través de los prejuicios tales como la desvalorización de una conductora de auto o bus.
“El machismo establece que hay cosas que son típicas de los hombres y otras que son de la mujer. Entonces las cosas que hacen los hombres, las mujeres no las pueden hacer bien. Una de esas cosas es que las mujeres no pueden manejar, que parece un poco tonto pero es así como se va construyendo la idea de quién lo puede hacer bien y quién mal”, asegura la especialista.
Por lo tanto, es posible que se tienda a señalar más a las mujeres que cometen faltas que a los hombres que hacen lo mismo. Cabe resaltar que existen estudios respecto a que los varones provocan más siniestros vehiculares que las mujeres.
“Hay un montón de hombres que manejan mal pero no se dice que es así porque es hombre. Cuando una mujer hace una tarea que no está vista como propia de su género se tiende a estereotipar más y a señalar el caso negativo”, señala Ames.
¿Por qué siempre se responde con la frase “mujer tenías que ser”? Según la antropóloga Patricia Ames, estos comentarios se dan porque existe una violencia simbólica hacia las mujeres.
“La violencia simbólica a diferencia de violencia física no es que te violenten física y directamente, sino que te hagan creer que tú no sirves para eso. Entonces es convencer al otro de que no está en condiciones de hacer eso que quiere hacer”, indica.
¿Y quién dice que las mujeres conducen mal?
No existe una cifra exacta o diferencia biológica comprobada científicamente para hacer referencia a las capacidades de hombres y mujeres en el momento de poner las manos al volante.
José Pinaud, de Touring Driving School, tiene casi 20 años enseñando como instructor de manejo y nos habló sobre su experiencia con mujeres que recién empiezan a conducir un auto.
“Veo que las mujeres están al mismo nivel de capacidad que los hombres. Incluso, he podido ver que en cuestión del reglamento de tránsito, la mujer valora más el respeto por las reglas que el varón porque a veces este es más avezado”, asegura.
En ese mismo sentido, Pinaud nos comentó que los choques les pueden suceder a todos, pero que la intensidad del impacto varía entre ambos géneros justamente por el respeto de las reglas.
Los carros mecánicos y automáticos también han marcado una distinción para hombres y mujeres a pesar de que el examen de manejo para tramitar el brevete sea solo con vehículos automáticos.
“Más del 50% de autos en Lima ya son automáticos”, dice. “Ahora me consultan ‘profe, mi papá ha manejado por 20 años un carro mecánico pero por el tráfico optó por venderlo y comprarse una camioneta automática’ entonces ya se está cambiando”.
La sociedad y las mentalidades evolucionan. Las mujeres conducen y debe ser tan normal como que lo hagan los varones. Se lucha contra los prejuicios y estereotipos en las calles, pero también estos mismos deberían ser cada vez menos escuchados. Una con otra.
Por Antonela Rabanal
@antonelarabanal
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