‘La hidratación para hacer actividad física’, por Vanna Pedraglio

“Para maximizar tu rendimiento, lo recomendable es beber de 200 a 300 ml de agua cada 20 minutos”.

Por Vanna PedraglioCoach deportiva y nutricional

En estos días de verano y calor, la hidratación para los deportistas cobra una importancia mayor. La sudoración es la forma natural que tenemos de regular la temperatura corporal, pero la cantidad de fluidos que pierde cada persona a través del sudor tiene características individuales. Depende del peso corporal, la predisposición genética, el estado de aclimatación al calor y nuestra eficiencia metabólica (cuán eficientes o económicos somos al realizar ejercicios físicos).

Pero así como es bueno conocer las características personales que influyen en nuestra tasa de sudoración o transpiración, es importante también tomar en cuenta los factores relacionados a la propia actividad física: la duración y la intensidad del ejercicio, las condiciones ambientales y el tipo de ropa o equipo utilizado.

Para prevenir la deshidratación durante y después el ejercicio físico, debemos considerar algunos aspectos fisiológicos, conocer nuestra sed o saber por qué y cuándo suceden los calambres.

Primero, debemos ser conscientes de que la mejor manera de hidratarnos es con agua pura. Es clave a la hora de rehidratarnos, cuando nuestro cuerpo ha experimentado una gran pérdida de líquidos luego de un entrenamiento intenso o largo. Muchas veces tendemos a consumir batidos o bebidas con proteínas y azúcares, pero eso no es recomendable para hidratarse, ya que el cuerpo puede reconocerlas como alimento y no como líquido rehidratante.

Por eso, para maximizar tu rendimiento, lo recomendable es beber de 200 a 300 ml de agua cada 20 minutos. En el caso de que tu actividad vaya a durar más de una hora y ya exista una pérdida de electrolitos, sí son recomendables las bebidas isotónicas que contengan dichos electrolitos. Estas bebidas pueden ser las de marcas comerciales; si buscas algo natural, el agua de coco es una excelente alternativa.

Quizá les ha pasado que mientras están realizando ejercicio o al término de su entrenamiento han sentido unas ganas enormes de comer frutas. Se debe a que nuestro cuerpo está enviándonos señales sobre las mejores fuentes de minerales y electrolitos. Plátanos y dátiles son muy buenas alternativas como fuentes de electrolitos, potasio y energía, para entrenamientos muy largos.

Otro consejo práctico para saber cuánto líquido necesitamos reponer después del entrenamiento: pésate antes y después de entrenar. Por cada medio kilo perdido, debes beber como mínimo 500 ml de agua o líquido. Perder demasiado peso después de hacer ejercicio puede poner a tu organismo en una situación de estrés que derive en dolores de cabeza, calambres o fatiga.

Los deportistas tenemos una gran virtud: nos gusta retarnos a nosotros mismos, buscando hacer una repetición más, un kilómetro más… Pero si en un punto te sientes mareado, debes parar, hacer un descanso y beber agua. Los mareos en estos casos de esfuerzo se deben a que disminuye la cantidad de plasma de la sangre, y el corazón debe trabajar más fuerte para que llegue a los músculos utilizados. Este esfuerzo extra del sistema cardiovascular puede causar estos mareos.

Por todo esto, hidratarnos correctamente nos ayudará a mantener nuestro organismo a tope, nuestra salud en las mejores condiciones y alcanzar un rendimiento siempre óptimo en nuestras actividades físicas.

NOTAS RELACIONADAS

‘Promesas de año nuevo saludables’, por Vanna Pedraglio

‘Cómo plantearse objetivos deportivos para el 2019’, por Vanna Pedraglio

‘Cómo entrenar según tu somatotipo o tipo de cuerpo’, por Vanna Pedraglio

Estudio revela que volver con tu ex le hace mucho daño a tu salud y explica la razón

Lo Último