Al igual que a la mayoría de peruanas y peruanos, se me ha encogido el corazón con la noticia de que a pocos días de comenzar este nuevo año, en tan solo nueve días, ya se han registrado la muerte de cinco mujeres. Las noticias en los diarios relatan con bastante crudeza los hechos y además señalan que durante el 2018, más de 140 mujeres encontraron la muerte en manos de sus parejas o ex parejas.
Asumo que somos muchas las personas que nos preguntamos: ¿qué está pasando, a qué se deben estas muertes? Durante varias horas, he estado tratando de investigar qué dicen los estudiosos, a qué conclusiones han llegado y la verdad es que me he llevado muchas sorpresas.
Para empezar debo señalar que es muy poco lo que se sabe sobre los feminicidios y todo lo que ello implica. A pesar de que estoy muy sensibilizada y me preocupa este problema, debo confesar que es muy superficial la información que brindan los medios de comunicación, la mayoría se limita solo a contar los hechos de violencia y muerte, pero no se encuentra información y un análisis sobre por qué se producen estos hechos. Por ejemplo, no he leído, visto o escuchado, en ningún medio de comunicación, que el feminicidio es el punto culminante, ‘la manifestación más extrema del abuso y la violencia de hombres hacia mujeres’ y que es parte de una sucesión de hechos que desencadena en este trágico final, tal como lo señala Alex Figueroba para el portal Psicología y Mente.
En ese sentido, la investigación, ‘Feminicidio: determinantes y evaluación de riesgo’, de Wilson Hernández y Andrés Burga, nos dice que son tres los factores que aumentan el riesgo de feminicidio: el primero es que el hombre le haya pegado alguna vez a la mujer, o sea a la víctima. El segundo factor es que el hombre impida que la mujer visite a familiares o amigos. El tercer factor de riesgo es que la mujer justifique la violencia.
Estos factores son tan cotidianos, conozco a muchas amigas muy cercanas, que en la comisaria han decidido no denunciar a su agresor, que en su mayoría son sus parejas y lo que es más grave los justifican. Me aterra pensar que ellas podrían ser víctimas de feminicidio, pues cumplen con las condiciones de riesgo.
Por otro lado, estos estudiosos señalan que incrementan los factores de riesgo: las desventajas sociales entre el hombre y la mujer, a mayor desventaja mayores son los riesgos; la diferencias de edades, así como antecedentes de violencia psicológica.
¿Pero qué cosa motiva a un agresor a llevar hasta el último limite su brutalidad? Según la activista feminista y escritora sudafricana, Diana Russell las principales motivaciones del feminicida son la ira, el odio, los celos, la búsqueda de placer, la misoginia (odio a las mujeres), el sentido de superioridad del hombre frente a la mujer y finalmente la idea de que la mujer es una posesión del hombre.
Ante estas evidencias, me pregunto por qué hasta ahora muchas personas están en contra de la educación con enfoque de género; es decir, una educación donde a los niños se les enseñe a respetar a las niñas y las consideren como sus iguales.
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Sobre la autora
Soy Zendy Manzaneda Cipriani , tengo un MBA de la UP y un Máster en Comunicación en Barcelona. Además, soy catedrática y gerente de marketing de una empresa trasnacional. Hace poco publiqué una novela titulada ‘las pecadoras también vamos al cielo’.
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