París. La hermana del príncipe heredero saudita Mohamed bin Salmán, acusada de haber ordenado a su guardaespaldas que golpeara a un plomero que hacía trabajos en su apartamento parisino en 2016, será juzgada en París, Francia, en 9 de julio, indicó el miércoles una fuente judicial a la AFP.
Hassa bint Salmán, hermana del hombre fuerte de Riad, conocido como “MBS”, es objeto de una orden de arresto desde diciembre de 2017, en particular por “complicidad de violencia voluntaria”.
Con o sin abogado francés, está previsto que sea juzgada en ausencia, a menos que ella se presente a la audiencia.
En septiembre de 2016, un plomero acudió al apartamento de la princesa para realizar trabajos. Según su testimonio, él estaba tomando una foto de la pieza donde tenía que trabajar cuando fue acusado de realizar tomas robadas para venderlas a los medios.
Fue entonces cuando Hassa bint Salmán, según el obrero, dio la orden a su guardaespaldas de golpearlo.
El trabajador afirmó que fue golpeado particularmente en la cara, y humillado. El guardaespaldas supuestamente le ordenó arrodillarse con las manos atadas para besar los pies de la princesa.
Después de varias horas pudo salir del apartamento.
“Hay que matarlo, este perro no merece vivir”, habría dicho la princesa, de acuerdo las palabras del plomero citado por la revista Le Point.
En agosto de 2018, el juez de instrucción decidió llevar a la princesa ante un tribunal por “complicidad de violencia voluntaria con uso o amenaza de un arma”, “complicidad de secuestro” y “robo” de un teléfono celular, precisó la fuente judicial.
Su guardaespaldas, acusado el 1 de octubre de 2016, será juzgado bajo cargos de “robo”, “violencia voluntaria con uso o amenaza de un arma” y “secuestro”.
No es la primera vez que la familia real saudita se ve envuelta en problemas con la justicia francesa.
En marzo de 2013, se ordenó la confiscación provisional de bienes adquiridos en Francia por Maha al Sudaïri, la esposa repudiada del ex príncipe heredero Nayéf bin Abdulaziz (quien murió en junio de 2012), debido a facturas impagas.
La princesa estuvo en París entre el 22 de diciembre de 2011 y el 17 de junio de 2012, e intentó abandonar su suite del lujoso hotel Shangri-La con unas sesenta personas, dejando una factura impaga de casi 6 millones de euros.
Fuente: AFP