Julius Wiedemann: “En Domestika no solo aprendes a ilustrar, te conviertes en un profesional con visión creativa”

El curador de esta escuela creativa conversó, en exclusiva, con Publimetro.

Gracias a la globalización y el crecimiento exponencial de los avances tecnológicos, el tiempo se ha convertido es uno de los recursos más valiosos y cotizados que tiene el hombre a su disposición. Asumiendo ello, la necesidad de permanecer en casa ya se vuelve casi un lujo, donde se busca conservar horas para distintas actividades, entre ellas, estudiar desde la comodidad del domicilio.

Según estadísticas que propone Google, el término ‘education online’ posee una popularidad de entre 75 y 100 puntos, de una escala en la que 100 es el máximo y el 0 es el mínimo. En nuestro país, por ejemplo, esta tendencia está avanzando y en menos de 3 años, el mercado ha crecido un 7% en población en edad estudiantil.

Asumiendo estas cifras, varias escuelas virtuales se mezclan entre nosotros. Precisamente, una de las que acaba de abrir sus puertas es «Domestika»:https://www.domestika.org/es/courses?gclid=Cj0KCQjwrdjnBRDXARIsAEcE5YlV35yLU8QTj2z9BCorsERsLDROnvnwFQMaKvzLEeDmHFlEmkarHGkaAoerEALw_wcB , considerada como la comunidad creativa en español más grande que existe. Inauguraron sus oficinas en el año 2002 y están presentes en México, España, Colombia, Costa Rica, Argentina, Brasil y ahora en Perú. *Publimetro* conversó, en exclusiva, con «Julius Wiedemann»:https://www.domestika.org/es/projects/192663-peru, curador de este laboratorio creativo y editor de diseño – cultura pop de la editorial Taschen y nos comentó que tenían muchas expectativas con esta apertura, porque para ellos Perú era un espacio céntrico para cualquier tipo de operación educativa y por la calidad de profesionales que albergamos.

¿Cómo ubicas a Domestika en un mercado tan competitivo como el educativo? El concepto de educación está ligado a un segmento formal. Lo que nosotros proponemos es una visión distinta, no tan sesgada a lo tradicional. En Domestika busca contribuir una educación profesional y que no esté conectada, necesariamente, con los fundamentos académicos. Nos definimos como una comunidad de creativos ligado a creativos o quien busca serlo.

Y, ¿por qué dentro de su recorrido sumaron a Perú? Vimos un mercado digital que está emergiendo con ideas y propuestas muy interesantes para Iberoamérica. A diferencia de otros países y solo comparado con México, Perú preserva muy bien la cultura que ha heredado por siglos. Incluso, sus artistas tiene una visión estética muy atractiva y particular, como Elliot Túpac, por ejemplo, quién sabe diferenciar muy bien su estilo y va de la mano con lo que profesamos en Domestika.

¿Se preocupan por tener claro cuáles son los costumbres que rigen en los espacios donde se van a ubicar? Por supuesto. Estar en un país significa entender la realidad que los rodea para, después, elaborar un diagnóstico del espacio en donde estaremos y ver la forma de adaptarnos. El tema de la educación no solo se remite a la apetura de cursos, sino que el marketing vaya más lejos. Queremos dejar en claro que en *Domestika *no solo aprendes a ilustrar o diseñar, sino que te conviertes en un profesional con una visión específica y creativa.

Estás ligado al mundo de la escribalidad… ¿fue complicado dar el salto al mundo digital? Fue una transición que buscaba hace tiempo. Hace tres años tuve un departamento de publicaciones y tuvimos que cerrar porque no nos fue bien. No hay conflicto, pero hay que entender que el mundo ya cambió. Y el digital es precisamente eso, una plataforma más para exponer lo que hacemos.

¿Cuáles son las metas que tiene con Perú? A corto plazo, producir contenido y encontrar profesores que estén conectados con la visión de Domestika. A medio plazo, mejorar la plataforma para que la gente se conecte más con nosotros. Y a largo plazo es crear una comunidad creativa hispanohablante que sea un cuerpo vivo y que genere sus propias ideas. La ventaja que tenemos es haber empezado como una comunidad. Es el alma de todo lo que hacemos.

Lo Último