Los legisladores demócratas bloquearon este lunes en el Senado de Estados Unidos un proyecto de ley impulsado por los republicanos que buscaba garantizar la atención médica a niños nacidos con vida tras un intento de aborto tardío.
El proyecto fracasó al no alcanzar los 60 votos necesarios, pese a que una mayoría de 53 legisladores (tres de ellos demócratas) votó a su favor, mientras que 44 (todos demócratas) lo hizo en contra.
Tras la votación, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, acusó a los demócratas de apoyar la “ejecución de bebés”.
“La posición de los demócratas con respecto al aborto es ahora tan extrema que no les importa ejecutar a bebés una vez nacidos”, afirmó Trump en Twitter, al justificar que el proyecto buscaba “prevenir el asesinato de recién nacidos”.
“Esta votación se recordará como una de las más espantosas en la historia del Congreso”, agregó.
El proyecto tenía como objetivo forzar a los médicos abortistas a brindar “el mismo grado de destreza profesional, cuidado y diligencia para preservar la vida” de niños nacidos con vida tras un aborto como lo harían con “cualquier otro nacido con vida en el mismo estado de gestación”.
El texto preveía sanciones penales para quienes lo incumplieran.
Los republicanos han dicho que dejar morir a un recién nacido en esas condiciones es un “infanticidio”.
Los detractores del proyecto, por su lado, argumentaron que lo que buscaba el texto era desincentivar a los médicos a practicar el aborto por miedo a las sanciones en un ataque a los derechos reproductivos de las mujeres.
Argumentaron, además, que el proyecto legislaba para un supuesto a la práctica inexistente (apenas un 1% de los abortos en EE.UU. ocurren después de las 21 semanas de embarazo, según datos del Gobierno).
Al proyecto se opusieron los seis senadores demócratas que han anunciado ya su intención de concurrir en las primarias a la Casa Blanca de 2020: Elizabeth Warren, Bernie Sanders, Kamala Harris, Kirsten Gillibrand, Cory Booker y Amy Klobuchar.
El Tribunal Supremo de EE.UU. legalizó a la práctica el aborto en 1973 al declarar inconstitucional cualquier interferencia del Estado en la decisión de la mujer sobre el embarazo.
En los últimos años, el movimiento conservador ha tratado que el Alto Tribunal, de mayoría derechista, vuelva a estudiar su constitucionalidad para revertir la decisión de 1973.
Mientras tanto, el Partido Republicano ha tratado de sortear ese fallo aprobando normas que obstaculizan el acceso al aborto amparadas en los derechos religiosos, la salud de las mujeres o, en este último caso, la vida de los nacidos tras un intento de aborto.Agencia EFE