En un caso que desafía las normas tradicionales de la concepción humana, Daisy Link, una reclusa de 29 años, dio a luz a una niña en junio pasado, mientras cumplía una sentencia por asesinato en el Centro Correccional Turner Guilford Knight. Lo más sorprendente es su explicación de cómo supuestamente quedó embarazada de su compañero de prisión a través de los ductos del aire acondicionado.
La mujer dice que el padre de la criatura es su compañero Joan Depaz. Ambos aseguran que el embarazo ocurrió de manera inusual a través de los conductos de ventilación, dado que estaban físicamente separados.
Daily Star publicó que los dos reclusos, con antecedentes por delitos graves, iniciaron una relación sentimental, mientras compartían el mismo bloque carcelario. Se comunicaban por medio de los ductos del aire acondicionado y la relación se hizo tan fuerte, que armaron un plan para tener un bebé.
Depaz dice que utilizó un método ingenioso para intentar concebir a distancia: recolectaba su semen, lo empacaba en pequeños envoltorios similares a cigarrillos y los enviaba a través de las rejillas de ventilación hacia la celda de Link. Este procedimiento se repitió hasta cinco veces al día durante un mes, lo que finalmente resultó en el embarazo de Link.
Embarazo por ductos del aire acondicionado e investigaciones
El caso ha generado un gran revuelo, tanto dentro, como fuera de la prisión. Mientras algunos cuestionan la posibilidad biológica de concebir mediante este método, otros lo consideran un evento extraordinario, casi milagroso.
La familia de Link se ha hecho cargo de la bebé y ha expresado su alegría por su llegada, aunque la situación plantea profundas interrogantes éticas y legales.
Las autoridades penitenciarias han iniciado una investigación para esclarecer las circunstancias que permitieron esta concepción y determinar si existieron fallos en los protocolos de seguridad.
Al mismo tiempo, este caso pone sobre la mesa debates sobre los límites de la reproducción humana en entornos restrictivos y las posibles implicaciones legales de embarazos ocurridos en condiciones tan atípicas.
Mientras tanto, la historia de Link y Depaz, que parece sacada de una película, se ha convertido en tema de conversación nacional, no solo por su inusual narrativa, sino por las posibles repercusiones legales y éticas que podría desencadenar.
Este caso podría establecer un precedente en la manera en que se abordan situaciones similares en el sistema penitenciario en el futuro.