La llegada de la temporada de frío no es del agrado de todas las personas. Quienes son más sensibles a las bajas temperaturas se ven realmente afectados por la rudeza del clima. Sencillas actividades pueden convertirse en una verdadera pesadilla: desde lavar los platos, salir a la calle o bañarse.
La última sin duda es una de las más difíciles por tener que sobrellevar el frío por algunos minutos con poca ropa y la piel húmeda. Sin embargo, hay varias opciones para hacerle frente a esta situación con un baño que no está adaptado a hostilidad del invierno.
Cerrar las puertas y ventanas
Bloquear las corrientes de aire es una de las maneras más sencillas y económicas de evitar el frío al salir de la ducha. De esta forma el baño quedará totalmente aislado y conservará una temperatura mucho más decente.
Tener la toalla a mano
No hay forma de que en invierno se te olvide la toalla fuera del baño. Se recomienda tenerla a la salida de la ducha y además sumar una más para secar el cabello en tal caso de tener una larga cabellera. Hay quienes incluso las calientan con un secador de pelo por algunos segundos antes de entrar a bañarse.
Evitar el agua muy caliente
Es muy común durante la temporada de frío utilizar agua realmente caliente al momento de bañarse, pero esto tiene sus desventajas. Además de producir resequedad en la piel y el cuero cabelludo, el cambio de temperatura te hará sentir mucho más frío al salir de la ducha. Lo ideal es mezclarla poco antes de terminar de bañarse.
Calentar el baño previamente
Un pequeño calefactor podría ser la solución perfecta, pero también la más costosa; pues además de comprar el equipo este consumiría más electricidad. Hay quienes lo encienden por al menos 10 minutos y por temas de seguridad lo desconectan antes de entrar a bañarse.