La lavanda es una de las hierbas que más uso ha tenido en el transcurrir de los tiempos debido a que no solo cuenta con un aroma exquisito, sino que también cuenta con propiedades curativas y mágicas. Es una de las plantas más buscadas para atacar el nerviosismo crónico, la ansiedad prolongada y el estrés.
La misma cuenta con gran presencia en el mundo del esoterismo, puesto que en el siglo XVI era usada también para realizar hechizos de amor. Las hojas de lavanda se aplicaban en pócimas para atraer a la persona amada y rituales que fortalecían el noviazgo y matrimonio.
Es por ello que es considerada una de las plantas con mayor poder para derribar bloqueos energéticos que aparecen en la vida diaria.
3 poderes mágicos de la Lavanda
Perfecto para aliviar dolores de cabeza e insomnio
El aceite de la lavanda es idóneo para combatir dolores de cabeza, migraña y diversos trastornos del sueño como el insomnio.
Para conseguir sus beneficios deberás colocar una bolsita con hojas de lavanda debajo de tu almohada la cual te ayudará a dormir bien.
Para aumentar su poder puedes agregar a tu hogar inciensos y aromas de lavanda para armonizar tu entorno.
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Purifica la energía
La lavanda es considerada una de las protagonistas para neutralizar las energías negativas. Para ello puedes tener un ramo o arreglo floral en casa las cuales te permitirán mantener una barrera para protegerte de las malas vibras, brujería y envidias.
Para el amor
En la época antigua era buscada para realizar hechizos de amor y también para perfumar las cartas u obsequios entregados a la persona amada para mantener el romance. Además, estiman que la lavanda logra atraer a los hombres y alejar las agresiones de pareja.
En el caso de los hombres se estima que tiene poder para subir el deseo sexual de la mujer. Uno de sus rituales para que la pareja vuelva a sentir deseo es colocar pétalos de clavel blanco en un recipiente de metal junto a una rosa roja, un puñado de nuez moscada y tres gotas de esencia de lavanda.
La preparación debe ser quemada y las cenizas colocadas en una bolsa de plástico, la cual deberás guardar en el cajón de tu ropa interior.