Bill Gates no es solamente conocido por haber fundado Microsoft. El millonario pasa sus días al mando de su propia fundación, en una faceta de filántropo que lleva años desarrollando.
A su vez, el empresario comparte periódicamente sus reflexiones a través de un blog personal.
Recientemente les contábamos sobre sus libros favoritos de 2023. Y ahora rescatamos el texto de su última publicación: Una sentida reflexión sobre lo que está haciendo bien Brasil en cuanto a la salud.
Brasil según Bill Gates
“Soy un gran admirador de Brasil desde hace un tiempo. Lo visité por primera vez en 1995, cuando Microsoft estaba desarrollando nuestras operaciones allí. (…) Y algunos de mis viajes familiares favoritos han sido al Amazonas, cuyo río, cuenca y selva tropical surgen a menudo durante las conversaciones sobre el cambio climático”, parte escribiendo Gates.
Y agrega: “Pero no fue hasta que comencé a trabajar en salud pública que comencé a apreciar cuán impresionante es el historial del país en esta área y cuánto podría aprender el resto del mundo de ello”.
La salud en Brasil
Así, el magnate plantea que Brasil ha emergido como un modelo en salud pública, logrando impresionantes avances en las últimas tres décadas.
Este progreso, destacado por Gates, ha resultado en una reducción del 60% en la mortalidad materna, una disminución del 75% en la mortalidad infantil de menores de cinco años, y un aumento en la esperanza de vida de casi una década.
Estos logros, lejos de ser casuales, aclara que son fruto de inversiones enfocadas y sostenidas en el sistema de atención primaria del país.
La transformación del sistema de salud de Brasil
La evolución de Brasil en materia de salud comienza a finales de los 80, tras dos décadas bajo una dictadura militar y la implementación de un sistema de salud universal que trajo consigo una notable disminución en muertes por enfermedades no transmisibles y causas maternas, neonatales y nutricionales, junto con un aumento en la esperanza de vida.
Una pieza clave en este avance, explica el líder empresarial, fue la expansión del programa de trabajadores de salud comunitarios (TSC).
“Los trabajadores de salud comunitarios son profesionales de la salud pública capacitados que trabajan dentro de las comunidades, especialmente en áreas remotas o desatendidas. Si bien sus funciones varían en todo el mundo según las necesidades locales, generalmente incluyen cosas como el seguimiento de enfermedades, campañas de vacunación y exámenes de salud básicos”, explica el empresario.
Con la financiación federal para la atención primaria de salud aumentando casi cinco veces en quince años, la proporción de TSC se triplicó.
Hoy, más de 286.000 TSC atienden a casi dos tercios de la población brasileña y “cada uno visita entre 100 y 150 hogares al mes, ofrece orientación sobre salud e higiene, aboga por la atención preventiva, realiza un seguimiento después de las citas médicas, recopila datos socioeconómicos y ayuda a las personas a navegar por otros servicios gubernamentales”
El impacto de estos trabajadores ha sido transformador, contribuyendo a reducir aún más la mortalidad infantil y elevando la cobertura de vacunación a niveles casi universales.
Asimismo, Gates también destaca el programa Bolsa Familia, que ofrece transferencias de efectivo a familias pobres a cambio de cumplir con ciertas condiciones de salud.
“También ha ayudado a ampliar el acceso y el uso de la atención médica al brindar a las personas un incentivo para ingresar al sistema de salud”, explica.
La Perspectiva de Bill Gates sobre el futuro de la salud global
“Ninguno de estos logros fue accidental. Más bien, son el resultado de inversiones a largo plazo y enfocadas en láser que Brasil ha hecho en su sistema de atención primaria de salud, de las que otros países pueden aprender y emular”, expresa el visionario.
Y es que a través de la inversión adecuada e innovación, Brasil ha logrado ser un lugar más saludable para su gente, y su modelo podría inspirar a otros países a seguir un camino similar hacia un mundo más saludable.
Si bien el país aún enfrenta desafíos, como recortes en el gasto sanitario y el acceso desigual a los TSC en ciertas áreas, Gates rescata el impacto positivo de invertir estratégicamente en la atención de las personas más vulnerables, siendo una valiosa lección para otros países.
“El sistema de salud de Brasil no tiene que ser perfecto para servir como prueba de lo que sucede cuando un país invierte estratégicamente en la atención de sus personas más vulnerables: los retornos son a menudo de gran alcance y cambian vidas”, reflexiona.
Y sentencia: “Si el país continúa por ese camino y sigue haciendo lo que ya ha hecho bien, y si otros países lo siguen (o simplemente forjan sus propios caminos pensando en Brasil), también tendremos un mundo más saludable”.