Cada vez son más las personas que se preocupan por mantener sus cejas siempre arregladas. Algunas han aprendido a arreglarlas en casa y otras han preferido recurrir a la mano de profesionales de la belleza para llevarlas a su mejor versión.
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Una de las técnicas que se ha popularizado en los últimos años es el laminado de cejas, pues además de darles brillo y suavidad a los vellos, los deja fijados por varias semanas; un detalle ideal para quienes tienen pelitos rebeldes.
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Desventajas del laminado de cejas
Sin embargo, no todo es color de rosa. El famoso tratamiento también tiene sus desventajas. Uno de los principales problemas del laminado de cejas es que, si no es realizado por un experto, se corre el riesgo de que el vello se debilite con el producto que se aplica.
Adicionalmente, la loción encargada de alisar los pelitos de las cejas también puede ocasionar enrojecimiento en la zona de las cejas. Los efectos van desde, irritación, descamación y hasta resequedad.
Otro punto para tomar en cuenta es que esta es una técnica semipermanente, por lo que hay que repetirla aproximadamente cada tres o cuatro semanas. Lo que además de significar un gasto, podría generar daños en el vello; después de todo uno de los productos que se utiliza es precisamente para suavizar su textura.
Algunos expertos recomiendan dejar descansar las cejas después de cada cuatro aplicaciones. De esta forma los vellos podrán recuperarse sin correr el riesgo del debilitarse al extremo, al punto de caerse. Un punto adicional es que se aconseja aplicar un máximo de dos veces al mes.