Llega el sol y los abrigos vuelven al armario: cinco tips para que tu casaca de cuero no tenga hongos

Se va a acercando el veranito y el clima cambia

Poco a poco, el calor se va prolongando durante más tiempo en el día y ya llega el verano. Aunque en nuestro país 2023 ha tenido un clima inusual, ya el sol brilla con más fuerza y eso hace que se vayan guardando las casacas. Las de cuero son infaltables en muchos guardarropas, y antes de sepultarlas en el clóset durante varios meses, hay que seguir consejos de limpieza para que no se dañen.

El cuero es sumamente versátil al vestir pero tiene un problema al guardarlo. Tiende mucho a desarrollar hongos por su porosidad, sin importar si se trata de cuero natural, de cuero sintético o incluso de cuerina. Esas manchitas blancas en la superficie son molestas y si se dejan por mucho tiempo generan daños permanentes.

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Entonces, lo que recomiendan los expertos es limpiar bien las casacas de cuero antes de enviarlas al encierro durante la época de calor. En Lima, por ejemplo, la humedad no cede en todo el año, lo que hace que la ropa en general genere microorganismos.

¿Cómo limpiar una casaca de cuero?

La primera recomendación es dejarla colgada al aire, sin que la luz del sol sea directa. Bajo techo, en un ambiente aireado, es lo ideal. A partir de allí puedes seguir las siguientes recomendaciones y para todos los pasos necesitarás una toalla seca.

1.- Límpiala por dentro: Una casaca de cuero no debe mojarse por completo. Si la metes en la lavadora, olvídala. El cuero es sumamente difícil de secar y si se moja inadecuadamente se manchará o se retorcerá. Un cepillo suave, de los que se usan para peinar a los bebés, es un buen aliado para limpiar el interior con una solución suave de agua y jabón líquido. Moja el cepillo, sécalo y pasa por el forro. Inmediatamente, seca con una toalla.

2.- Límpiala por fuera: Con el mismo cepillo de bebé, limpia toda el área del cuero, con las cerdas apenas húmedas. Divide la zona y apenas termines de cepillar, sécala con la toalla.

3.- No olvides los puños ni el cuello: Estas son zonas delicadas porque tienen contacto directo con la piel y el sudor, por lo que se deterioran más rápido.

4.- Utiliza manteca de karité: Este humectante natural es perfecto para la piel. En un trapo seco, unta un poco de la manteca y espárcela con cuidado por todo el cuero. No es necesario una gran cantidad.

5.- Cuélgala de nuevo al aire: Antes de guardarla en el clóset, déjala por varias horas tras la limpieza en un área ventilada.

Si tu casaca es de cuero legítimo, bien vale la pena comprar algún producto especializado para limpiar pieles.

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